!Regrésame a mi hija! !Ayúdenme a encontrar a Vera!
Es el angustioso y angustiante llamado de una madre que quiere encontrar y recuperar a su hija adolescente, quien fue sustraida del hogar por su padre para tenerla viviendo a salto de mata.
La última vez que los vio, escaparon en un helicóptero rojo, con matrícula XA CTS de una vivienda en Malinalco, Estado de México.
Cuando Rocío de Miguel por fin encontró en una residencia del Camper Club a su hija Vera y pensaba que iba a recuperarla, tras seis meses de haber sido sustraida por su padre, Felipe Díaz, vivió el mayor drama de su vida, al ver cómo se la llevaban en un helicóptero, a pesar de sus gritos desesperados. “¡Vete! ¡Déjame a mi hija Vera!”
Rocío iba acompañada de policías, con una orden para que Felipe le entregara a su hija, pero mientras esperaban la orden para ingresar a la vivienda, Felipe tomó a Vera y a bordo de una camioneta pick up se dirigió a una zona arbolada, justo en el momento en que el helicóptero apareció en el horizonte.
Los policías que la acompañaban le decían que no podría aterrizar en esa zona arbolada, pero Rocio no lo pensó dos veces: saltó la cerca para tratar de impedir que se llevaran nuevamente a su hija, sin lograrlo.
Al entrar con las autoridades a la vivienda donde estaba oculta la menor, encontraron maletas a medio hacer.
Antecedentes
Rocío de Miguel cuenta que hace 14 años conoció a Felipe Díaz Toledano, con quien decidió iniciar una relación, de la cual nacería Vera cinco años después.
“Felipe siempre ha tenido un carácter muy difícil”, recuerda, al tiempo que reconoce que permitió muchas cosas “por miedos e inseguridades. Por eso no puse límites a tiempo, pensando que era lo mejor para nuestra hija, pero ahora veo que realmente le ocasioné un daño terrible”.
Varias veces se separó de su marido por su carácter violento, explosivo y poco tolerante, a pesar de que acudieron a terapia para tratar de salvar la relación. Muchas veces regresó con él, pero siempre para caer nuevamente en lo mismo.
Hace casi tres años se armó de valor y decidió poner un hasta aquí a la relación y a los malos tratos. Nunca pensó que eso traería como consecuencia que Felipe le arrebatara a su hija.
“He tratado inútilmente de llegar a acuerdos con él. Ha sido una lucha constante contra la impunidad que se vive en México, porque con sus relaciones ha comprado jueces, abogados y a cuanta persona he pedido ayuda”.
En estos tres años que Vera ha estado con Felipe, la menor no ha asistido a la escuela, en abierta violación de acuerdos y a sus derechos como niña.
Durante año y medio Felipe permitió que Rocío viera a su hija, pero “cuando él quería y podía… siempre y cuando estuviera presente. Era insoportable ver cómo tu hija está completamente alienada (alienación parental: conjunto de síntomas que se produce en los hijos cuando un progenitor mediante distintas estrategias, transforma la conciencia de los niños con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con la pareja)”.
“Con tal de verla y de convivir con ella, acepté sus condiciones, además de que ninguna autoridad me respaldaba porque decían que como era su padre, podía llevársela y estar con ella”. El 7 de septiembre de 2016 fue la última vez que Rocío vio a Vera, su hija.
Buscado por la justicia
Hoy Felipe Díaz Toledano enfrenta una demanda y es buscado por las autoridades por un fraude procesal, ajeno a la relación conyugal.
Rocío señala que Felipe Díaz Toledano “lejos de hacer algo por nuestra hija, a la que dice querer tanto, la está arriesgando al usarla como escudo, limitando, coartando su libertad, su niñez, el derecho a tener amigos y, lo más importante, el derecho a estar con su mamá.
¿Quién va a reponerle estos años de infancia?, se pregunta. Está en la adolescencia, en la transición de niña a mujer, que es cuando más necesita del apoyo de su madre por todos los cambios que se generan en las mujeres. En vez de eso, Vera pasó de ser una niña a convertirse en una adulta compañera de su papá”.
El encuentro y la huida
“¡Estoy desesperada!”, exclama Rocío, al borde del llanto, cuando recuerda que el 25 de febrero le informaron que su esposo y su hija estaban en Malinalco, Estado de México, por lo que se unió a la policía que busca a Felipe, con la esperanza de recuperar a su hija.
Su frustración, enojo y coraje sólo crecieron cuando, por enésima ocasión, las influencias y la impunidad hicieron de las suyas, pues mientras esperaban la orden para ingresar a la vivienda, alguien le ayudó enviando un helicóptero, en el cual escapó.
Rocío pide hoy ayuda a toda la sociedad, a través de redes sociales y de los medios de comunicación, para poder rescatar a su hija. “Voy a luchar, voy a hacer todo lo que tenga que hacer para recuperar a mi hija Vera”.
Por lo pronto ya abrió una cuenta en Facebook (https://www.facebook.com/encuentrenavera/?fref=ts) donde se pueden aportar datos que permitan localizar a la menor hija.