Monseñor Ramón Castro Castro, Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, envía mensaje a la grey católica que acudió a misa ayer a catedral. "No olviden que la fecha a la segunda Marcha por la Paz está cerca, será el 21 de mayo del año en curso a partir de las 8:30 de la mañana", recordando que la homilía de ayer domingo refiere a la Lectura del santo evangelio según san Juan (13,31-33a.34-35), donde cita améis unos a los otros, como Yo les he amado.
Amaos los unos a los otros como Yo los he amado" (I). Jesús deja para sus discípulos un solo mandamiento, que más que agregarse a los que ya existían, los condensa en sí mismo a todos, al tiempo que los eleva a un estado infinitamente más alto. Jesús deja un solo mandamiento nuevo, nada más que uno, de modo tal que los cristianos no pueden decir que no cumplen sus palabras porque los mandamientos son muchos. Nadie puede decir: "Son tantos los mandamientos, que no sé cuál cumplir primero, y por eso no los cumplo". Es uno solo, y nada más que uno, en el que está resumida y concentrada toda la Ley divina.
Es uno sólo, solamente uno, y sin embargo, si el mundo sucumbe, envuelto en las tinieblas del odio del hombre contra el hombre, es porque los cristianos, a pesar de que Jesús deja un solo mandamiento, no son capaces de vivirlo y cumplirlo, dejando de esta manera de ser "luz del mundo y sal de la tierra".
Y sin la luz de Cristo, el mundo es cubierto cada vez más por las espesas y oscuras tinieblas del mal; sin la sal del Amor de Cristo, la vida humana no solo se vuelve insípida, sino amarga como al hiel. La causa del impresionante avance de las fuerzas del mal sobre toda la humanidad, no es que los cristianos no sean capaces de amar, puesto que sí aman: la causa del avance del mal es que los cristianos aman, pero sólo de un modo humano, que siempre es un amor limitado y mezquino, que se deja llevar por las apariencias. Los cristianos aman, pero humanamente; no aman hasta la muerte de Cruz, que es como Jesús lo pide: "Amaos los unos a los otros, como Yo os he amado", y Jesús nos ha amado hasta la Cruz.