Un grupo integrado por catorce ex funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex) gana más de 2 millones de pesos al año, lo que supera el ingreso bruto anual de los senadores de la República. Los recibos de nómina de estos 14 jubilados muestran que este selecto grupo tiene prestaciones de excepción: más de 3 mil pesos quincenales para gasolina y apoyos para gas natural y canasta básica, así como aguinaldos que rozan los 400 mil pesos.
Información obtenida por EL UNIVERSAL, vía transparencia, revela que en la larga fila de los casi 100 mil jubilados de la empresa estatal, este sector privilegiado acumuló, de enero de 2012 a diciembre de 2016, 149 millones 792 mil 746 pesos brutos, un promedio de 29.9 millones de pesos anuales.
Mientras que el salario mínimo asciende a 2 mil 412 pesos al mes, los montos cobrados el año pasado por los 14 ex directivos de Pemex van de los 238 mil hasta los 362 mil pesos brutos cada 30 días.
El Presupuesto de Egresos de la Federación de 2017 establece la percepción bruta anual de los senadores, incluidos sueldos, prestaciones y percepciones extraordinarias: ellos recibirán este año 2 millones 735 mil 95 pesos brutos, equivalentes a 227 mil 924 pesos mensuales.
Según el PEF, el presidente Enrique Peña Nieto obtendrá, con todo y prestaciones, 4 millones 314 mil 698 pesos brutos al año, lo que equivale a 359 mil 558 pesos al mes, poco menos que uno de los pensionados de Pemex, Pedro Silva López, quien se desempeñó como director corporativo de Investigación y Desarrollo Tecnológico.
El funcionario, que se jubiló en junio pasado, percibió 2 millones 174 mil 592 en un semestre, lo que equivale a 362 mil 432 pesos brutos al mes. El titular del Ejecutivo percibirá poco menos entre enero y junio de 2017.
A través de solicitudes de transparencia, EL UNIVERSAL obtuvo copias de los recibos quincenales y comprobantes de las percepciones de aguinaldos de ex directivos de Pemex.
En estos documentos oficiales se observan los sueldos brutos y diversas prestaciones, como apoyos para gasolina, que rebasan los 3 mil pesos cada 15 días, así como retribuciones para el pago de gas doméstico y canasta básica. En la información entregada a este diario se omite el salario neto.
Otro funcionario con altos ingresos es Miguel Tame Domínguez, quien ocupó el cargo de director de Pemex Refinación y se jubiló en enero antepasado. Tame recibió 3 millones 259 mil 21 pesos brutos en 2016, lo que equivale a 271 mil 585 mensuales. En menos de un año alejado del trabajo, Alejandro Martínez Sibaja, ex director de Transformación Industrial, cobró 2 millones 802 mil 887 pesos, que promedian 280 mil 288 pesos al mes.
Carlos Arnoldo Morales Gil, ex director de Pemex Exploración y Producción (PEP), se jubiló en febrero de 2014. En 2016, su ingreso fue de 3 millones 1 mil 150 pesos; 250 mil pesos cada 30 días. Morales Gil, luego de tres décadas de cargos en Pemex, asumió en 2015 la dirigencia de PetroBAL, empresa enfocada en la exploración y producción de hidrocarburo, competencia directa de Pemex tras la reforma energética de 2013. De PEP también se jubiló, en 1995, Manuel Ortiz Javier de María, quien obtuvo una pensión anual de 2 millones 867 mil 342 pesos, o sea, 238 mil mensuales.
Jubilaciones de lujo
Los datos desnudan los beneficios. El promedio de edad de retiro en ISSSTE e IMSS es de 65 años. En Pemex, de 55. En el ISSSTE, la antigüedad para jubilarse es de 30 años, y en Pemex de 25. Mientras que en el IMSS e ISSSTE el porcentaje de pensión depende de los años trabajados, en Pemex es de 100%. “No hay pensiones así en ningún país del mundo. En Europa, las más altas están en Grecia, de 98% del último sueldo, y ese país quebró. El promedio de las pensiones en la OCDE es de 57%”, expone el economista Pedro Vásquez Colmenares, especialista en el tema de jubilaciones.
Otros ex servidores públicos también ganan más que los senadores. Enrique Vázquez Domínguez se jubiló de Pemex Refinación en los 90, con una pensión anual de 2 millones 976 mil 82 pesos, un promedio de 248 mil al mes. Luis Puig Lira se retiró de Pemex Petroquímica, también en los 90. Obtiene 3 millones 575 mil 473 pesos, casi 298 mil al mes.
Armando Leal Santa Ana se jubiló en 2000, pero ocupó el cargo de director de Pemex Refinación de 2001 a 2003. Por esas fechas, un ex contratista de la empresa, Rafael Zarco Dunkerley, lo acusó de beneficiarse de su cargo, al entregar contratos a empresas lideradas por familiares y amigos. De todas formas, acumuló en un año 2 millones 976 mil 310 pesos: arriba de 249 mil cada mes.
Los ex empleados de Pemex Gas y Petroquímica también tienen altos beneficios. Aunque Roberto Ramírez Soberón, jubilado en 2010, fue acusado de violar las leyes de Obras Públicas y de Responsabilidades de los Servidores Públicos, al favorecer a la trasnacional Tuboscope con contratos para el mantenimiento de ductos, el ex funcionario recibe una pensión anual de
3 millones 64 mil 296, el equivalente a 255 mil pesos al mes.
En la información entregada por la empresa también aparece Marcos Ramírez Silva, ex director corporativo de Operaciones.
Jubilado hace una década, se le acusa de crear empresas para hacer negocios con o alrededor de Pemex. En el mismo periodo, cobró una pensión idéntica a la de Ramírez Soberón.
Completan el listado de privilegios Jaime Hernández Balboa, ex subdirector de Proyectos y Construcción de Obras, y Víctor Manuel Alcérreca Sánchez, ex director del Instituto Mexicano del Petróleo. En 2016, sumaron 2 millones 976 mil 82 pesos; unos 248 mil pesos mensuales. Ambos se jubilaron en los 90.
Abundio Juárez Méndez, quien se desempeñó como subdirector de Producción Primaria, se jubiló en la década de los 80 y percibió las mismas sumas que los dos anteriores.
Roberto Osegueda Villaseñor, ex director operativo de Planeación Estratégica, con pensión desde 2002, se lleva anualmente 2 millones 617 mil 335 pesos, equivalente a 218 mil al mes.
Problemón
A mediados de 2016, Pemex pagaba pensiones a casi 97 mil 500 trabajadores jubilados, entre ellos a este grupo de ex directivos.
El número va al alza. El último contrato colectivo de trabajo, celebrado en 2015 entre la dirigencia de Pemex y el sindicato liderado por el polémico Carlos Romero Deschamps, define quién puede jubilarse: trabajadores con 55 años de edad y 25 años de servicio tienen derecho a pensión.
El contrato define el régimen de pensiones de los jubilados, donde se encuentran las más elevadas del país. Si el sueldo asignado a una plaza se eleva, la pensión también aumenta. Si el jubilado fallece, los cónyuges la heredan.
“La bomba de tiempo sigue, pues el número de jubilaciones crecerá. Si no se crea una reforma, llegará un momento en que la empresa estatal no podrá pagar. Será un problemón”, advierte el economista Pedro Vásquez Colmenares, especialista en el tema de pensiones.
El director de Marpex Consultores dice que durante años y hasta al menos 2015, Pemex ha pagado 100% de las pensiones, modestas o generosas, del ingreso directo por recaudación petrolera. “Los trabajadores y funcionarios no contribuían un centavo, a diferencia del IMSS e ISSSTE, donde se hacen retenciones. Estos privilegios se diseñaron en una época de bonanzas petroleras, y que ese grupo de ex directores reciba montos altísimos es escandaloso, sí. Pero, para mí, el verdadero problema es que nadie se ocupó de cómo se iban a pagar todas las pensiones. No se va a sostener”, alerta.
Vásquez argumenta: si las 14 pensiones de los ex directivos y las 100 más elevadas que le siguen son exterminadas, “sólo se quita un pelo al problema”, pues el pasivo laboral de Pemex, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), era de al menos 1.5 billones al 31 de diciembre de 2014, que equivale a 8.4% del PIB del país.
Explica: “Si 50 pensionados reciben 250 mil pesos al mes, en 20 años son 3 mil millones de pesos. Es bastante, pero si comparamos esa cantidad con el pasivo, es tres contra un millón y medio. No minimizo el abuso de ex directivos, pero ojalá se dimensione el tamaño del problema”.
En 2016, sustenta, el pasivo fue mayor: ahora hay más pensionados.
Por otro lado, “el porcentaje de trabajadores de Pemex que se jubilarán en los siguientes 15 años es de 95%. Deben pasar décadas para cubrir al último beneficiado del día de hoy, pues la pensión se hereda al cónyuge. Es una máquina de costo fiscal tremendo”.
En años, sindicato y Pemex no modificaron el régimen de pensiones. En 2013, Hacienda advirtió sobre la urgencia de un cambio para evitar el quiebre de la empresa, justo cuando se discutía la reforma energética.
En 2015 pactaron que, por cada peso ahorrado por empresa y sindicato, el gobierno federal otorgaría otro, por lo que absorbió 50% de la reducción del pasivo.
“El acuerdo trajo un ahorro de sólo 186 mil millones y, la mitad la pusimos los mexicanos, pues el gobierno se endeudó para aportar el dinero”, expone Vásquez.
En un sistema de pensiones viable, agrega, “hay entre seis y 10 trabajadores activos por cada pensionado. En Pemex hay 1.3. Los activos no aportan. Es un problemón. La discusión no debe cerrarse, los contribuyentes no debemos pagar. El acuerdo no fue suficiente”.
A finales de 2015, tras la aprobación del contrato colectivo, Pemex y el sindicato cambiaron ligeramente su sistema de pensiones:
La edad de jubilación de los trabajadores con menos de 15 años en la empresa subió de 55 a 60 años, con la condición de sumar 30 años de servicio, requisito semejante en contratos anteriores. A los empleados de nuevo ingreso se les aplicará un esquema de cuentas individuales, una especie de afores, con aportaciones de trabajadores y empresa.
La situación de quienes cuentan con antigüedad mayor a 15 años, no se alteró: en 14 años, cuando se jubilen, recibirán los mismos beneficios de los ahora jubilados.
A la fecha, Pemex paga y seguirá pagando de su bolsa, enfatiza Vásquez Colmenares, “100% de las pensiones que otorgó antes de esta ‘reforma’, es decir, esos casi o más de 50 mil millones de pesos, la empresa los cubrirá de por vida”.
Privilegiados
En Pemex, los privilegios son únicos. Los datos de la ASF de 2015 revelan que el promedio de las pensiones mensuales en el IMSS es de 4 mil pesos, en el ISSSTE de 6 mil y en Pemex de 16 mil.
Para cubrir las pensiones de la empresa, del Presupuesto de Egresos de la Federación 2016 se destinaron casi 50 mil millones de pesos, cuando el gasto total de la UNAM fue de poco más de 39 mil millones y el de la PGR de 17 mil millones. Para 2017, el monto supera los 53 mil millones de pesos: ahora hay más jubilados.
A su vez, el actuario Miguel Aguirre Farías, director de Evaluaciones Actuariales, alerta sobre que se destine más de 12% del presupuesto en subsidiar los sistemas de pensiones del gobierno, incluido el de Pemex. “Es verdad, no habrá con qué pagar en el mediano plazo”, advierte.
La tendencia de crecimiento de gasto en pensiones no cambiará en las próximas dos décadas, indica quien desarrolló la reforma al régimen de jubilaciones del IMSS, la de 22 estados y 37 universidades y, en el caso de Pemex, dice, “es grave porque va a compartir con esa carga que no tienen las empresas que vengan del extranjero, en el marco de la ley tras la reforma energética. ¿Qué pasará? Se necesita una ley general que regule todo el sistema de pensiones de México. Se deben mover edades, antigüedades, porcentajes”.
Cuando dio a conocer el informe sobre la revisión a los pasivos laborales de Pemex, la ASF recomendó modificar de fondo el sistema de pensiones, “a efecto de que, al menos las pensiones de los de nuevo ingreso sean financiadas bajo un plan de cuentas individuales”. No mencionó a los ya jubilados.
“Debe continuar el sistema pasado”
Ante las críticas por las pensiones privilegiadas de Pemex, jubilados y trabajadores se defienden. El ingeniero Heberto Barrios, coordinador de jubilados de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros, un sindicato independiente, afirma que los montos exorbitantes que cobran los ex directivos “se utilizan para decir que todos los pensionados de Pemex recibimos lo mismo. Y no es el caso de técnicos y profesionistas, pero se crea una mala imagen, hay linchamiento”.
Barrios asegura que, “en las últimas administraciones, los altos funcionarios no aportan nada a Pemex.
“Son puestos políticos. Los bandos medios sacamos el trabajo. No es justo que reciban esas cantidades”, agrega.
“¿Los trabajadores deben aportar para solventar las pensiones de jubilados?”, se le cuestiona a Barrios, y responde:
“Mi postura en que no. Estamos en contra de las afores. No es cierto que al ahorrar más, haya seguridad de una mejor pensión, depende de cómo se administren los fondos. Se debe continuar con el sistema pasado, lo de siempre”.