El secretario de Gobierno en Morelos, Matías Quiroz Medina, afirmó que el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, pone en riesgo la paz social del municipio de Tepalcingo al romper el diálogo y acuerdos que se han generado con los habitantes por la organización y administración de los recursos que deja la feria del tercer viernes de Cuaresma.
El convenio aludido por Quiroz Medina fue firmado en febrero pasado y las partes establecieron que las ganancias obtenidas de la feria se repartirían en porcentajes iguales, tanto a la iglesia como a los mayordomos, una vez descontados los gastos de operación.
También acordaron el regreso de la sede parroquial a Tepalcingo cuando las condiciones lo permitieran.
Sin embargo, acusó Quiroz, el pasado 5 de marzo de 2017, en la misa dominical, el párroco informó a los pobladores que se retiraría de manera definitiva la Sede Parroquial de Tepalcingo, para lo que el obispo nuevamente expediría el decreto correspondiente.
Éste fue expedido el pasado 8 de marzo, junto con un documento dirigido a la Subsecretaría de Migración, Población y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.
Quiroz recordó que ese municipio de la zona sur oriente del estado registró una polarización social en los últimos años por el manejo del dinero producido en la feria en honor al Señor de Tepalcingo, considerada la más grande y de mayor tradición en el estado y la segunda más grande del país, con una afluencia cercana a los 2 millones de visitantes nacionales y extranjeros.
El secretario de Gobierno fustigó la actuación del obispo porque, dijo, en febrero pasado se logró con apoyo del gobierno federal la firma de un acuerdo para solucionar el conflicto.
Por la actitud asumida por Castro Castro, abierto opositor a la estrategia de seguridad pública estatal, Quiroz Medina informó que solicitó a la Secretaría de Gobernación su intervención inmediata para solucionar el conflicto y agregó que el gobierno morelense mantiene su disposición de avanzar a través del diálogo y acuerdos en beneficio de la sociedad.
Convocó al obispo a reflexionar sobre la decisión tomada; de lo contrario, lo responsabilizó de la crisis social que se pueda generar en Tepalcingo.
Indicó que está decisión, tomada sin acuerdo con la comunidad, afectará a los lugareños y la organización de la feria en Tepalcingo, pues rompió con las tradiciones que por más de 80 años se han llevado a cabo.
Quiroz Medina reiteró que para alcanzar acuerdos entre los grupos antagónicos en Tepalcingo se llevaron seis meses de diálogo hasta que en febrero pasado se logró la conciliación entre los representantes de la Diócesis de Cuernavaca y mayordomos, para dar por concluido el conflicto del Santuario de Tepalcingo.
En enero pasado el obispo Ramón Castro adelantó su postura sobre el conflicto y dijo que todo es provocado por un grupo minúsculo que sólo les interesa el dinero.