Ni a México ni a Estados Unidos les conviene dar pasos atrás en los niveles de apertura que tienen con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), aseguró la presidenta de la American Chamber Mexico (AmCham), Mónica Flores Barragán, quien desde hoy asume el cargo.
“Lo que tenemos que pensar todos es en el libre comercio, en no perder la competitividad de la región y seguir siendo protagonistas en un mundo global... Claro, a nadie le convendría dar pasos para atrás en ningún sentido. Cada gobierno tiene la libertad de decidir, dentro de su soberanía. Esperemos que estas negociaciones vayan por el buen camino y en lugar de dar pasos para atrás que sean muchos pasos para adelante”, añadió en entrevista con EL UNIVERSAL.
Flores Barragán comentó que es evidente que a 23 años de la entrada en vigor del TCLAN “se tiene que renegociar”, porque la realidad es distinta y porque el mundo está globalizado y más interconectado.
“Hay necesidad de modernizarlo”, afirmó la empresaria quien toma posesión durante los festejos del 100 aniversario de la AmCham.
Fijar posturas para construir. La representante de la Cámara de Comercio Americana dijo que “no hay que especular” de los planteamientos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de querer imponer aranceles a los productos mexicanos que entren a ese país. Agregó que en estos momentos se deben “fijar posturas y diferencias para construir”.
La también presidenta de ManpowerGroup para Latinoamérica dijo que la relación entre México y Estados Unidos es profunda, arraigada, con una fuerte integración de la cadena productiva y “me cuesta trabajo pensar que esto no exista”.
Explicó que los empresarios estadounidenses creen en el libre comercio y por eso tienen acercamientos y diálogo con el gobierno. Detalló que la AmCham trabaja con la actual administración proporcionando información que comprueba los beneficios de la relación, al igual que lo hace la US Chamber of Commerce.
Mónica Flores detalló que un ejemplo de la importancia de la relación son los 6 millones de empleos que se generan en territorio estadounidense por el tratado comercial que tienen los dos países junto con Canadá.
La directiva expuso que a diario cruzan mil 400 millones de dólares de productos por las fronteras de ambos países y las compañías estadounidenses generan 30% de los trabajos en el mercado mexicano.
Empresas no debilitan relación. De las inversiones que iban a realizar Ford y Carrier en México, pero que se cancelaron y se llevaron a Estados Unidos, Flores Barragán dijo que “hay que respetar las decisiones corporativas de cada empresa”.
“No creo que de las decisiones de un par de empresas o de una empresa, por una decisión estratégica pueda derivar en que se debilita la relación México-Estados Unidos”, abundó.
Como presidenta de la cámara manifestó que va a buscar fomentar la inversión de compañías estadounidenses en México, siempre bajo el contexto de Estado de derecho y ética empresarial, además de fortalecer la relación con ese país y con Canadá.
Inversiones conservadoras. La AmCham prevé que el flujo de Inversión Extranjera que reciba México ascienda a 19 mil 500 millones de dólares para este año, cifra menor si se compara con los 26 mil millones que se captaron en 2016.
Sobre si conviene renegociar el TLCAN bilateral o trilateralmente respondió que el éxito del TLCAN fue que se hizo bajo la constitución de tres partes, pero explicó que en el curso de los días se va a ver qué conviene más.
“Lo que nos ha hecho competitivos como región es que sea tripartita, pero dependiendo de cómo se desarrollen esas negociaciones se verá si es conveniente que sea de dos en dos, pero lo que nos ha fortalecido como región es que sea tripartita”, añadió.
México, mercado potencial para EU. Al menos 30 estados de la Unión Americana ven en México como su primer, segundo o tercer mercado comercial. De 1999 al año pasado, 48.9% de los 464 mil millones de dólares que México recibió de Inversión Extranjera Directa provinieron de ese país.
Flores Barragán dijo que las mayores preocupaciones que tienen inversionistas estadounidenses en México son la inseguridad, la aplicación del Estado de derecho, la desinformación y las campañas negativas en contra de las empresas.