Es más probable que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, provoque una tercera guerra mundial con Corea del Norte a que desaparezca el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), consideró el Premio Nobel de Economía, Paul Krugman.
El catedrático de la Universidad de Princeton utilizó el ejemplo de la integración de la industria automotriz en América del Norte para indicar lo complicado que sería desbaratar el TLC, aun cuando recomienda que México esté atento a los procesos de negociación.
El premio Nobel participó en la Convención Nacional 2017 de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) e indicó que la industria automotriz ensambla autos a partir de componentes que vienen por igual de México, Canadá y los Estados Unidos. Este tema, cabe recordar, fue abordado en ediciones pasadas de Crónica en las que se mostraba cómo hay plantas en México que se dedican a fabricar suspensiones o sistemas de frenado, por ejemplo, para modelos que sólo circulan en Estados Unidos o Canadá.
“Podemos tener un automóvil que al final se hizo en Estados Unidos, pero el sistema eléctrico o el motor se hicieron en México”, señaló Krugman, por lo que afectar la producción en México afecta igualmente la planta industrial instalada en Estados Unidos.
Por ello, enfatizó, “pienso que las probabilidades de que Trump inicie una Tercera Guerra Mundial son de alguna manera más altas que sus probabilidades de revocar el TLC”.
Comentó que el nuevo gobierno de Dolnald Trump se está dando cuenta de lo complejo que es la relación y la estructura económica y comercial de Estados Unidos con México y Canadá. Además de que aún están pendientes varios nombramientos importantes en el nuevo gabinete de dicho país, cuyos personajes serán los encargados de llevar a cabo la política comercial.
Krugman consideró que podría haber cambios marginales en el TLC, ya que fue una de las promesas de campaña más insistentes de Trump y sería “vergonzoso” que no se lograra nada en dicho tema.
Posiblemente tendremos un tratado con cambios pequeños, consideró, pero que permitirán decir: “ven cambié el NAFTA (abreviatura en inglés del TLC), miren qué duro soy, y eso podrá ser el final feliz de la historia”, indicó el Nobel de Economía.
Añadió que en un caso extremo de que desaparezca el TLCAN, ello provocaría efectos adversos tanto a México como a Estados Unidos, además de que dejaría a los mexicanos en una situación de mayor pobreza.
El Nobel señaló que es importante que México busque diversificar su comercio, aunque también señaló que a países como China, se les tiene que ver como competidores más que como un mercado para los productos nacionales.
Comentarios