La iniciativa a la que se unieron siete mil urbes de 170 países tiene como propósito invitar a las ciudades a apagar la luz de edificios y monumentos emblemáticos durante una hora, para crear conciencia sobre los peligros del cambio climático.
Entre las ciudades que se adhirieron a la iniciativa están Atlixco y San Pedro Cholula, Puebla; la capital de Querétaro; Cancún, Quintana Roo; Torreón, Coahuila; Monterrey, Nuevo León; el municipio de Chihuahua.
Asimismo, Ensenada, Baja California; León, Guanajuato; Cabo San Lucas y Los Cabos, Baja California Sur; Campeche y Xalapa, Veracruz, entre otras.
Desde el 2009 México se ha unido como país, a través del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Para celebrar el décimo aniversario de esta iniciativa, se proyectaron videos que enviaron los ciudadanos para mostrar el México que se quiere conservar.
México es altamente vulnerable al cambio climático debido a su ubicación entre dos mares, su orografía, y a que casi la mitad de la población vive en situación de pobreza.
Entre los impactos asociados al cambio climático están la mayor frecuencia e intensidad de eventos extremos (lluvias, sequías, ciclones tropicales) con consecuencias en la disponibilidad de agua, infraestructura, viviendas y cosechas, el aumento del nivel del mar, la propagación de enfermedades transmitidas por vectores y la aparición de plagas.
Actualmente 54% de la población mundial vive en ciudades, y de acuerdo con la ONU, la urbanización continua aumentará esta cantidad a 70% para 2050. Las grandes urbes son responsables de más del 70% de las emisiones globales de CO2.