Cd. de México (07 abril 2017).- La captura de Iván Reyes Arzate, mando de la División Antinarcóticos de la Policía Federal, exhibió la infiltración del Cártel de los Beltrán Leyva en la corporación.
Reyes Arzate admitió ante oficiales de la DEA que se reunió en noviembre pasado con un capo que le ofreció reducir la violencia en Tamaulipas.
Además, Sergio Villarreal Barragán, "El Grande", uno de los ex líderes de los Beltrán Leyva, declaró en EU que, desde 2008, Reyes Arzate era "un oficial corrupto de la PF que apoyó a los Beltrán" junto con otros tres mandos de la corporación.
Incluso detalló que en 2009, en un encuentro en Cuernavaca, Reyes Arzate y otros dos agentes informaron a Arturo Beltrán Leyva los detalles sobre un informante de la DEA que había facilitado el decomiso de cargamentos de cocaína desde Colombia, lo que llevó al secuestro, tortura y ejecución de dicha persona.
"Beltrán le pagó 3 millones de dólares a Reyes y los otros mandos por esta información", declaró Villarreal Barragán, identificado por las autoridades de EU con la clave CS-2.
En esos años, Iván Reyes operaba bajo las órdenes directas de Ramón Eduardo Pequeño García, ex jefe de Inteligencia y después titular de la División Antidrogas, en la extinta Secretaría de Seguridad Pública, que encabezó Genaro García Luna.
El pasado 2 de febrero, la DEA confrontó a Reyes con evidencia de que había traicionado a la agencia estadounidense, con la que llevaba años cooperando como el mando de más alto nivel de la Unidad de Asuntos Sensibles de la División Antidrogas de la PF luego de ser entrenado en Quantico, Virginia.
La acusación contra Reyes no menciona a Villarreal por su nombre, sino con la clave CS-2, pero todos los detalles sobre el testigo coinciden con los datos de "El Grande", un ex comandante de la PGR.
Según la descripción, CS-2 es un oficial de policía que se convirtió en mando de los Beltrán, fue detenido en México en 2010 y extraditado a Estados Unidos en 2012, se declaró culpable de los cargos en una corte de ese país y coopera con el Gobierno "con la esperanza de recibir una sentencia reducida".
Todos los datos coinciden con la historia de Villarreal Barragán, quien desde mediados de 2013 espera que se le dicte sentencia en una Corte Federal de Laredo que ha mantenido bajo reserva casi todos los documentos del caso.
CS-2 afirmó haber estado presente en reuniones mensuales en 2008 y 2009 en las que participaban Arturo Beltrán Leyva, los hermanos Mario y Alberto Pineda Villa, ocasionalmente Reyes Arzate, y tres mandos de la PF, entre ellos uno que es señalado como "el mando operativo" de la corporación en esa época.
Reyes era subdirector de área adscrito a la Sección Tercera del Estado Mayor de la PF, a la que había llegado a finales de 2007, luego de seis años en la Agencia Federal de Investigación de la PGR.
"Este testigo ha proporcionado información significativa que ha probado ser confiable y ha sido corroborada independientemente por otros medios", afirmó el agente de la DEA John Gildein en la acusación contra Reyes, quien fue uno de los directores generales en la División Antinarcóticos de la PF desde 2010.
Dicha acusación no menciona actividades criminales de Reyes Arzate en el periodo de 2010 a 2015, cuando fue liberado en México un ex integrante del cártel de los Beltrán que lo puso en contacto con la organización de Ángel Domínguez Ramírez Junior, otros narcotraficante que operaba en Tamaulipas.
Reyes Arzate admitió ante oficiales estadounidenses que se reunió en noviembre pasado con un capo hasta ahora desconocido públicamente, que le ofreció reducir la violencia en Tamaulipas.
La acusación contra Reyes Arzate ante una Corte Federal de Chicago detalla que el mando de la PF se encontró en la Ciudad de México con Ángel Domínguez Ramírez Junior, quien controla una organización delictiva y labora de forma cercana con un ex miembro del Cártel de los Beltrán Leyva que fue detenido en nuestro País en 2009 y liberado en 2015.
El nombre del ex miembro de los Beltrán aparece censurado en el documento público, pero en una parte aparece que el apellido es Gámez, por lo que podría tratarse de Gerónimo Gámez García, primo de los Beltrán que era su contacto con cárteles colombianos y fue arrestado en 2009.
"Domínguez ofreció entregar a la Policía Federal datos sobre los jefes de plaza en Tamaulipas, para que fueran arrestados, y Domínguez pudiera colocar jefes menos violentos en su lugar, más dispuestos a cooperar con la PF", narró Reyes Arzate.
Lo anterior al comparecer voluntariamente el pasado 2 de febrero ante agentes de la DEA y fiscales federales que lo citaron en la Embajada estadounidense en México.
En esa ocasión, la DEA confrontó a Reyes con evidencia de que había traicionado a la agencia estadounidense, con la que llevaba años cooperando como el mando de más alto nivel de la Unidad de Asuntos Sensibles (UAS) de la División Antidrogas de la PF, luego de ser entrenado en Quantico, Virginia.
La prueba: una foto tomada en Cancún en abril de 2016 por agentes de la UAS de la PF a petición de la DEA, en la que aparecen el ex miembro del Cártel de los Beltrán, otro integrante del Cártel de Domínguez Ramírez, un colombiano proveedor de cocaína, y un informante de la DEA cuya imagen fue difuminada.
Por medio del messenger de BlackBerry, Reyes Arzate envió esta foto al ex miembro del Cártel de los Beltrán para avisarle que era objeto de seguimiento por parte de la DEA.
Reyes pensaba que el BBM no podía ser intervenido.
En realidad, dos jueces federales de Chicago habían autorizado desde finales de 2015 la intervención de trece pines o usuarios de BBM, relacionados con Domínguez Junior, quien tiene ciudadanía estadounidense.
"Reyes admitió que Domínguez le enseñó la foto que había recibido de un agente de la DEA, y también admitió que ese hecho demostraba que había una fuga en la UAS de la PF, pero negó ser el filtrador", menciona el documento ante la Corte.
Otras comunicaciones de Domínguez con sus cómplices vía BBM confirman la complicidad de Reyes, pues en varios mensajes se menciona a "Iván" como su informante en la PF.
La declaración jurada del agente de la DEA John Gildein fue suficiente para ordenar el arresto de Reyes en febrero pasado.
El ex policía mexicano compareció el 27 de marzo en Chicago ante la jueza Sheila Finnegan, que ordenó mantenerlo detenido mientras se tramita el proceso.
Iván Reyes Arzate ingresó en 2001 a la AFI y en 2005 ascendió a comandante.
Un año después se integró a la nueva SSP federal como subdirector de Coordinación de Inteligencia para la Prevención e Investigación de Delitos bajo las órdenes de Ramón Eduardo Pequeño García.
En 2009, fue nombrado director de Inteligencia, y en 2011, trasferido junto con Ramón Pequeño a la División Antidrogas de la Policía Federal.
En noviembre fue separado de su cargo, en enero renunció a la PF y en febrero se entregó a la DEA.