Estados Unidos lanzó un ataque con misiles crucero contra Siria dos días después de que el régimen de Bashar al-Assad utilizara armas químicas para matar a decenas de civiles, un acto que atrajo la condena internacional y que el presidente Donald Trump llamó "una afrenta contra la humanidad".
"Esta noche ordené un ataque militar contra el aeropuerto de Siria desde donde se lanzó el ataque químico", dijo Trump el jueves por la noche en conferencia de prensa en Florida.
"Fue una muerte y brutal para muchos", dijo sobre las decenas de fallecidos en el ataque con agente neurotóxico, posiblemente gas sarín.
El mandatario agregó que las acciones militares de esta noche están alineadas con los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.
El ataque apuntó a hangares, aviones y tanques de combustible en un aeródromo militar sirio, explicó previamente un funcionario estadounidense a Bloomberg.
Durante el operativo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que perdieron la vida cuatro soldados, entre ellos un general de brigada de la Fuerza Aérea.
El titular de la instancia, Rami Abdel Rahman, dijo que hay decenas de heridos, mientras que el aeropuerto fue casi destruido, así como la zona de estacionamiento de aviones, el depósito de combustibles y un edificio de defensa.
Estados Unidos empleó unos 60 misiles de crucero Raytheon Co. Tomahawk, que disparó desde dos navíos de la Marina en el Mar Mediterráneo.
Durante la campaña presidencial, Trump criticó a los líderes estadounidenses por involucrarse en conflictos en el Medio Oriente. Sin embargo, esta semana dijo que las muertes de niños en el ataque del 4 de abril, cuyas imágenes fueron transmitidas por todo el mundo, cruzaron "más allá de la línea" y cambiaron su forma de pensar.
El ataque ocurrió mientras Trump estaba en su finca de Florida después de una cena con el presidente chino, Xi Jinping, en la que habrían discutido qué hacer con el programa nuclear de Corea del Norte y los desacuerdos comerciales entre Estados Unidos y China.
En el viaje de Washington a Florida el jueves, a bordo del avión presidencial Air Force One, Trump declaró ante periodistas que "lo que sucedió en Siria es una desgracia para la humanidad. Y él está allí (Al-Assad), y creo que está al frente de las cosas. Así que algo debe pasar".
Vladimir Safronkov, vice-embajador de Rusia ante la ONU, dijo antes de que se hiciera público el ataque de EU que cualquier acción militar estadounidense tendría "consecuencias negativas".
El ataque lanzado por Trump se aleja del enfoque de su predecesor, Barack Obama, quien sopesó una respuesta militar en 2013 después de que Al-Assad lanzara un ataque químico que mató a más de mil personas cerca de Damasco.
Obama descartó la acción militar después de que el parlamento del Reino Unido, un aliado crucial, se negó a participar y el apoyo público en Estados Unidos disminuyó.
En cambio, Estados Unidos y Rusia negociaron un acuerdo para que Al-Assad depusiera su arsenal de armas químicas, un acuerdo que el gobierno sirio parece haber violado.
En ese momento, Trump repetidamente twiteó que EU no se empantanara en Siria y que Obama no debía actuar sin la aprobación del Congreso. Trump no obtuvo un voto de autorización formal antes de la ataque del jueves por la noche.
El senador Ben Cardin, el principal demócrata de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que los ataque eran "una señal clara de que Estados Unidos defenderá las normas y reglas internacionalmente aceptadas contra el uso de armas químicas".
Pero agregó en un comunicado que "cualquier operación militar a largo plazo o mayor en Siria por parte de la administración Trump deberá realizarse en consulta con el Congreso".
Los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham, que han presionado por una acción militar contra Al-Assad, dijeron que "se envió un mensaje importante de que Estados Unidos ya no permanecerá ocioso mientras Al-Assad, ayudado y favorecido por la Rusia de Putin, asesina inocentes sirios con armas químicas".
El secretario de Estado, Rex Tillerson, criticó el apoyo de Rusia al régimen y dijo que no habían mantenido su parte del acuerdo firmado hace cuatro años que se suponía debía eliminar de Siria las armas químicas.
"Es evidente que Rusia no ha cumplido ese compromiso de 2013", dijo Tillerson a periodistas en Florida después de que Trump hablara. "Así que Rusia ha sido cómplice o Rusia ha sido incompetente en su capacidad para cumplir".