El testigo protegido con nombre clave El Pitufo no solo atestiguó contra Tomás Yarrington en la investigación que realizó la PGR contra el ex gobernador de Tamaulipas, sino que también declaró en casos que llevaron a la cárcel a altos mandos de la Sedena y de la Policía Federal.
Sin embargo, los asuntos contra generales y mandos, que se iniciaron en el sexenio de Felipe Calderón se le cayeron a la PGR, porque jueces federales descubrieron que los testigos, entre ellos, El Pitufo, mintieron.
El 11 de diciembre de 2012, cuando ya estaba vigente la orden de aprehensión en su contra, Yarrington presentó dos denuncias en la PGR contra los agentes del MP federal que integraron la averiguación previa en su contra.
El tamaulipeco acusó a los servidores federales de “manipular” a testigos protegidos para que lo relacionaran con el crimen organizado.
Por medio de su abogado en México, Diego Hernán, Yarrington acusó a las autoridades del delito contra la administración de la justicia.
El litigante declaró que en el caso de los testigos protegidos era necesario revisar el manejo de las averiguaciones previas, pues una de las personas que acusó a Yarrington, era El Pitufo, el mismo que con sus declaraciones llevó a la cárcel al ex subsecretario de la Defensa Nacional, Tomás Ángeles Dauahare.
“Aquí tenemos el caso, por ejemplo, de un testigo (El Pitufo) que se utiliza indistintamente en el asunto Yarrington, también está involucrado en el asunto de los generales y en otros casos; entonces, resulta increíble que (el testigo) tenga tal manejo, tal conocimiento de hechos que se estén utilizando contra (varias) personas (en diversos casos)”, manifestó Árevalo.
El abogado dijo que hubo “manipulación” de los testigos, para causar un daño doloso a la figura pública del ex gobernador con fines electorales. Los otros testigos que declararon contra Yarrington usan los nombres de Pedro, Óscar, Ángeles y Geraldín.
EL GENERAL
El 11 de abril de 2013, el general Ángeles Dauahare recuperó su libertad tras 8 meses 17 días de permanecer preso, bajo acusaciones falsas, en el penal del Altiplano, en el Estado de México. Aunque aseguró no tener resentimiento, señaló que desafortunadamente “no tenía buenos comentarios” para la administración de Calderón, pues sus compañeros militares y otras personas estaban sufriendo las consecuencias de la procuraduría que encabezó Marisela Morales.
Otro de los testigos que incriminó al militar fue Jennifer, cuyo nombre real es Roberto López Nájera, quien se encuentra bajo protección de EU, y que con sus dichos desató una persecución contra diversos funcionario en la malograda Operación Limpieza.
POLICÍA FEDERAL
El Pitufo aseguró que Yarrington y su sucesor, Eugenio Hernández, recibieron dinero del cártel del Golfo y Los Zetas.
Este testigo protegido también acusó a los hermanos Javier y Arturo Herrera Valles, el primero ex comisionado de la PF, y el segundo comandante de la misma corporación en Tabasco.
Ambos fueron señalados por El Pitufo de tener nexos con el narco, situación que los llevó a prisión; al final, tribunales federales determinaron que ambos eran inocentes.
Los hermanos acusaron a Marisela Morales por la utilización de testigos que “fueron inducidos”, no solo para declarar contra ellos, sino de otras personas también.
También denunciaron al ex subprocurador de la PGR, Irving Barrios, actual procurador de Tamaulipas, y a Nora Caballero, quien integró la averiguación previa contra El Pitufo, uno de los tres delincuentes que los acusaron falsamente.
MILENIO solicitó a la PGR su opinión acerca de que testigos como El Pitufo fallaron en diversas investigaciones el sexenio pasado, y cuyos testimonios continúan vigentes en los expedientes que consignaron, como el caso de Yarrington; sin embargo, no hubo respuesta.