Marzo pasado fue el mes más violento en lo que va del sexenio.
La estadística oficial registró 2 mil 20 casos de homicidios dolosos –algunos múltiples–, episodios en los que 2 mil 256 personas se convirtieron en víctimas.
Si la observación se limita a averiguaciones previas abiertas en las procuradurías y fiscalías estatales, rebasar la línea de los 2 mil crímenes en un mes convierte a marzo en el tercer periodo más convulsionado en dos décadas.
En junio de 2011, la compilación fue de 2 mil 38 asesinatos intencionales a escala nacional y, en primer sitio, desde el origen de la estadística de incidencia delictiva, en 1997, el mes más crítico hasta ahora es mayo de 2011, con 2 mil 131 muertes.
Los homicidios dolosos son el principal indicador de los delitos de alto impacto, relacionados con acciones de la delincuencia organizada.
Los periodos que ocupan los primeros lugares en esta situación crítica histórica ocurrieron en el último tramo del sexenio de Felipe Calderón, aunque el nivel de marzo pasado está prácticamente en la línea.
La zona del Pacífico continúa como la más violenta, debido a la pugna de bandas por el control de plazas, principalmente para el trasiego de drogas y armas, admiten integrantes del gabinete de seguridad.
Aunque los funcionarios consultados dijeron que abril ya muestra bajas significativas en algunas entidades, como Baja California Sur, es un hecho que el primer trimestre de 2017 es el más violento del actual sexenio y de los más convulsionados inicios de año de la época reciente.
En marzo pasado también hubo recrudecimiento en robos (especialmente a transeúntes y de vehículos), extorsiones y secuestros, principalmente, al pasar de 110 plagios en enero a 119 en el tercer mes del año en curso. La mayoría de los casos se concentran en Tamaulipas, Veracruz y el estado de México.
La tasa parcial de homicidios dolosos a escala nacional fue en el periodo enero-marzo de 4.68 crímenes por cada 100 mil habitantes.
Es por ello que Colima, el estado de menor población del país, sigue en primer sitio con una tasa de 20.33, aun cuando este año ya muestra reducciones significativas comparadas con el 2016.
La novedad en este punto es Baja California Sur, la cual ya está en segundo sitio entre las entidades más violentas, incluso por arriba de Guerrero, por la razón antes expuesta: su población es pequeña contra la creciente incidencia delictiva, la cual se adjudica a una refriega entre el cártel Jalisco Nueva generación y sus nuevos aliados, contra el cártel de Sinaloa, de Joaquín El Chapo Guzmán, ahora preso en Estados Unidos.
Las cifras en cuestión fueron emitidas ayer por el secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de la Secretaría de Gobernación.
Si se compara por primer trimestre de cada año, en cuanto a averiguaciones previas, el desarrollo, de 2013 a 2017 es el siguiente: 4 mil 590, 4 mil 089, 3 mil 862, 4 mil 460 y 5 mil 575.
Cuando se habla de víctimas, estadística disponible a partir de 2014, la evolución es así: 4 mil 527, 4 mil 290, 4 mil 893 y 6 mil 511.
En 2017, la evolución mensual de asesinatos fue: mil 930 (enero); mil 825 (febrero) y 2 mil 20 (marzo).
Las entidades con un mayor aumento de crímenes fueron Baja California, Baja California Sur, Colima, Guerrero, Estado de México, Nuevo León, Puebla, Sinaloa, Veracruz y Zacatecas.