De acuerdo con la SEIDO, grupos rivales del crimen organizado han tejido alianzas en 17 estados y creado nuevos corredores para trasladar a través del país a personas sometidas a explotación sexual o laboral
Ilustración y gráfico: Emmanuel Urueta
CIUDAD DE MÉXICO.
Los grupos del crimen organizado en México son capaces de dejar a un lado las sangrientas disputas por sus territorios cuando el negocio es la trata de personas, un delito sumamente lucrativo que genera en el mundo 150 mil millones de dólares anuales, según el informe Ganancias y Pobreza: Aspectos económicos del Trabajo Forzoso 2016, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), citado por Iliana Ruvalcaba, presidenta de la Organización Civil El Pozo de Vida, A.C.
De acuerdo con información de la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO) y de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, siglas en inglés), grupos criminales como Los Rojos, Guerreros Unidos, Los Ardillos, Los Zetas, Cártel del Golfo y Jalisco Nueva Generación, han comenzado a conformar alianzas en 17 estados del país con fines de trata de personas.
Dichos informes, por separado, señalan que los jefes de plaza de los cárteles de la droga han tejido redes de complicidad con autoridades de los tres niveles de gobierno, políticos, funcionarios públicos, actores y cantantes de renombre a nivel internacional para generar ganancias multimillonarias ilícitas con el robo de niñas, niños, jóvenes y personas adultas.
Datos del informe Trata de Personas 2016 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito señalan que en México se tiene un aproximado de 70 mil víctimas en una década que fueron robadas por integrantes de 47 grupos criminales, principalmente de los estados del sureste y centro de México. Cabe señalar que no hay cifras oficiales de cuánto dinero genera la trata en el país ni cuántas víctimas ha habido de este delito.
INVESTIGACIONES DE LA SEIDO
En el caso de las investigaciones que realiza la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos de la Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizada, los organizaciones de Los Zetas, Los Rojos, La Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Los Templarios, Cártel de Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo y recientemente se unió la organización criminal de Los Ardillos, con influencia en la zona de Tierra Caliente, Guerrero, han tejido alianzas con diversas familias dedicadas a la trata en el estado de Tlaxcala.
Dentro de los amarres criminales que han realizado algunos cárteles de las drogas con integrantes de las 17 organizaciones delictivas dedicadas a la trata de personas en Tenancingo y Tlaxcala, destacan Los Carreto, Los Granados, Los Rojos y Los Pepsis, que trasladan de distintos puntos de la frontera norte a niñas, niños y jóvenes.
La detención de uno de los tratantes de personas más importante de las organizaciones criminales de Tlaxcala, incluso buscado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) y testigo protegido bajo el nombre de Arturo o El Tenancingo, ha revelado los pactos que realizó entre su organización criminal con el Cártel del Pacífico y Cártel de Juárez para el traslado de menores de todo el país a la zona de tolerancia de Ciudad Juárez y de ahí hacia Atlanta, Estados Unidos.
El Tenancingo logró que dos cárteles de la droga, que por décadas fueron enemigos, lograran pactar para que integrantes del Cártel del Pacífico trasladaran a las víctimas a la zona de tolerancia ubicadas en las calles de Coahuila y Revolución, en Ciudad Juárez. Una vez ahí quedaban bajo el resguardo del Cártel de Juárez, con su brazo armado de La Línea, quienes se encargaban de trasladarlas a Nueva York o Atlanta, de acuerdo con los informes de la SEIDO.
Investigaciones que realizan algunas organizaciones no gubernamentales, como El Pozo de Vida, que tiene apoyo de diversas instituciones en Estados Unidos, han colaborado con autoridades estatales y federal en la lucha contra la trata de personas en México.
Para Iliana Ruvalcaba, las organizaciones criminales dedicadas al trasiego de estupefacientes, secuestro, robo y diversos delitos, han pactado en estados del norte y centro del país.
Las organizaciones dedicadas a la trata de personas en Tlaxcala, principalmente en Tenancingo, han pactado con las organizaciones dedicadas a la droga en Sonora, Guerrero, Chiapas, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Quintana Roo, Jalisco, Puebla, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Veracruz, Querétaro, Zacatecas, Nuevo León y Ciudad de México.
Señaló que las investigaciones que realizan dentro de la Procuraduría General de la República (PGR), basadas en las denuncias de víctimas de trata que fueron rescatadas, señalan que células de La Familia Michoacana y Los Rojos han encontrado en la línea férrea que parte Tenosique, Tabasco a Nuevo Laredo, Tamaulipas, una opción para el robo de víctimas de origen centroamericano.
Estos pactos entre delincuentes han creado nuevas rutas o corredores, como se les conoce, para trasladar droga y víctimas de trata en todo el país; permiten que cárteles enemigos dejen pasar a integrantes de otros cárteles por su zona sin que tengan problema”.
Illiana Ruvalcaba agregó que el delito de trata de personas deja una ganancia anual mundial de 150 mil millones de dólares, de acuerdo con las cifras que reveló en 2016 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que dio a conocer en su momento el ministro consejero de Asuntos Políticos de la Embajada de los Estados Unidos en México, Francisco Monserrate Penagaricano.
Las ganancias ilícitas oscilan en los 150 mil millones de dólares anuales, cuyas organizaciones criminales se adaptan para no ser detectadas, además de que hacen alianzas para obtener esos dineros en todo el mundo”.
Por su parte, el periodista y experto en temas de seguridad José Reveles dejó en claro que las organizaciones criminales siempre harán pactos o buscarán alianzas con tal de no dejar las ganancias ilícitas. Un claro ejemplo, dijo, tiene que ver con el tráfico de personas.
Es la forma de actuar de las organizaciones criminales: cuando les convienen pactan y después vuelven a romper, no importa si son familiares. Hablo de organizaciones que ya no se dedican sólo al tráfico de drogas, sino al tráfico de personas, a la extorsión, al cobro de piso y otros delitos que van conexos; son más de 20 delitos, asociados a la delincuencia organizada”.
Destacó que en la actualidad las grandes organizaciones criminales han creado pactos y tejido alianzas en el tema de la Trata de Personas, tráfico de infantes por las millonarias ganancias que no dejarían a un lado.
Ellos buscan la manera de, por lo menos temporalmente, solucionar el problema y continuar en el negocio, entonces son capaces de una alianza con el diablo. Se han aliado, en un momento dado, los que eran archienemigos con tal de librar a la autoridad y proseguir en el negocio”.
Agregó que están utilizando las mismas rutas que utilizan para el trasiego de droga, es la misma que están utilizando para la migración centroamericana con destino a Estados Unidos.
Destacó que las rutas más importantes del tráfico de personas son las que conectan de Guatemala a Chiapas, para desplazarse por los estados del Pacífico (Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Nayarit y el sur de Sinaloa y Baja California) para llegar a la frontera de San Diego e incluso para entrar por Nevada, Estados Unidos.
Otra de las rutas es la que parte de Tabasco hacia Veracruz, con dirección a Coahuila. En estas rutas convergen las alianzas del Cártel del Golfo, que tiene control sobre los municipios tabasqueños y los estados de sus archienemigos, Los Zetas, que controlan Veracruz y Coahuila; en este último estado Golfos y Zetas han protagonizado luchas intestinas.
LAS RUTAS Y ALIANZAS
De acuerdo con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), las ciudades mexicanas consideradas como de “alta incidencia de trata de personas” son: Tijuana y Mexicali (Baja California); Nogales (Sonora); Ciudad Juárez (Chihuahua), Nuevo Laredo y Matamoros (Tamaulipas), Cancún (Quintana Roo), Tapachula (Chiapas), Acapulco (Guerrero), Ciuadad de México, Tlaxcala, Puerto Vallarta (Jalisco), Los Cabos (Baja California Sur), Veracruz y Oaxaca.
Durante su Diagnóstico Nacional Sobre La Situación de Trata de Personas en México, resalta que algunas ciudades coinciden con los nodos o puntos de intersección de las rutas de migración tradicional de mexicanos y extranjeros hacia Estados Unidos: Hermosillo (Sonora), Chihuahua, Monterrey (Nuevo León), Guadalajara (Jalisco), Veracruz, Oaxaca y Chiapas.
Las ciudades consideradas de “paso en las redes de trata de personas” son: Los Mochis, Culiacán y Mazatlán (Sinaloa); Manzanillo y Colima (Colima); Lázaro Cárdenas y Morelia (Michoacán); Salina Cruz, Tapanatepec e Ixtepec (Oaxaca); Tuxtla Gutiérrez (Chiapas); Villahermosa (Tabasco); Campeche (Campeche); Puerto Progreso (Yucatán); Puebla; Pachuca (Hidalgo); Tlaxcala; Zacatecas; Durango; Delicias y Chihuahua (Chihuahua); Monclova y Torreón (Coahuila); Ciudad Victoria y Tampico (Tamaulipas) 262.
En términos generales de rutas se pueden identificar: Cancún-Campeche-Veracruz, Tampico y concluye en Matamoros (Tamaulipas). Tapachula-Tuxtla-Salina Cruz-Acapulco-Lázaro Cárdenas-Michoacán y termina en Ciudad Juárez (Chihuahua). Puerto Vallarta-Mazatlán-Culiacán-Los Mochis y puede concluir en Nogales (Sonora) o desviarse a Hermosillo (Sonora) o Tijuana (Baja California) para concluir. Una ulterior ruta inicia en la Ciudad de México- Puebla-Tlaxcala y sigue en varias direcciones.
ZONAS TURÍSTICAS
La primera ruta identificada responde a las principales zonas turísticas y de desarrollo económico de lado oriental de México. Desde Chetumal, lugar de ingreso entre la frontera de Belice y México y punto de llegada de personas del Caribe y Centroamérica, a Cancún, lugar clave para el turismo nacional e internacional y con gran demanda de servicios sexuales.
De Cancún, la ruta procede por Campeche, donde existe, por el sector petrolero, un importante desarrollo industrial químico que emplea miles de trabajadores, de allí la ruta sigue por Veracruz, principal puerto de entrada de mercancías desde Europa y territorio controlado por grupos delictivos que tienen distintas actividades.
Una segunda ruta es la que corre por el lado occidental de México: desde Tapachula y Tuxtla Gutiérrez (Chiapas), en donde se halla la principal entrada de flujos migratorios desde Centroamérica y por donde pasa la línea del ferrocarril conocido como La Bestia.
La ruta pasa por el puerto de Salina Cruz, en el estado de Oaxaca, Acapulco y Lázaro Cárdenas. Estos últimos tres lugares son los principales puertos del Pacífico mexicano para la entrada de mercancías desde Asia y forman parte de las rutas marítimas desde Sudamérica hasta y desde Norteamérica.
Ambos puertos emplean una gran cantidad de trabajadores y en el caso de Acapulco se trata de una localidad turística de renombre internacional. Cabe mencionar que, actualmente, Acapulco y Lázaro Cárdenas son plazas comerciales disputadas por los grupos de la delincuencia organizada. En el caso de Acapulco, la principal forma de trata con fines de explotación sexual es la que se comete contra personas menores de edad, pues es uno de los principales centros de turismo sexual en el país, donde operan redes de trata de personas altamente estructuradas. Esta actividad se encuentra inserta en el tejido social, por lo que es una práctica que se ha normalizado a través del tiempo.
La información desprendida de distintas denuncias dentro de la SEIDO han ubicado a organizaciones criminales como La Familia Michoacana en alianza con Los Zetas en el robo de mujeres centroamericanas que han llegado a los estados del norte del país; mientras Los Rojos también han tejido alianza con diversas células de Los Zetas desde Tabasco, Chiapas, Veracruz y una parte de Guerrero.
En el caso de Guerreros Unidos y Los Templarios, los dos grupos tienen un pacto con células del Cártel del Golfo en el Estado de México, Morelos, Guerrero, Querétaro e Hidalgo.
Las investigaciones que se llevan a cabo por las autoridades federales han trazado un mapa de nuevos corredores de traslado de víctimas y sexo forzado que se concentran en la parte central del país con conexiones entre los estados de Guerrero, Morelos, Estado de México y Ciudad de México.
Otro de los corredores están conformados por los estados de Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Puebla, Querétaro; los dos corredores con destino al norte del país y Estados Unidos.
Uno de los corredores más importantes y desconocido por las autoridades lo componen los municipios de Acapulco, Chilpancingo, Taxco, en Guerrero, que tienen conexión con Jojutla, Xochitepec, Temixco, Jiutepec, Cuernavaca y Totolapan, en Morelos, que es conexión con el llamado corredor oriente del Estado de México, que va desde el municipio de Amecameca hasta Ecatepec o, en su defecto, Tlaxcala y Puebla.
Hasta el momento las autoridades de la SEIDO trabajan de la mano con algunas oficinas de seguridad del gobierno de Estados Unidos para detener a las principales cabezas de las organizaciones delictivas dedicadas a la Trata de Personas en México con conexiones en Estados Unidos, Europa y Asia.