Si se hubieran concretado estos recursos, los ancianos con casa propia podrían llevar un retiro holgado. Pese a la viabilidad social, ningún banco otorga aún este tipo de créditos
Parece un instrumento que reflejaría el compromiso social de las instituciones financieras: un banco le entregaría a un adulto mayor (60 años o más) mensualidades hasta que muera como pago por su casa. El adulto mayor disfrutaría de su propiedad sin ninguna limitación hasta su deceso, de allí que a esto se le llame “Hipoteca Inversa”, es decir, el banco es quien paga.
En el caso mexicano, se puede incluir a la pareja (si es mayor de la edad referida) para evitar que la muerte del propietario la deje en la calle. La idea parece atractiva y fue apoyada por los gobiernos del Estado de México (en 2014) y de la capital del país (en marzo pasado)… pero a la fecha no se ha generado una sola hipoteca inversa. La razón: los bancos no la consideran atractiva.
Las instituciones bancarias, al menos por el momento, consideran que este producto no es negocio.
La Asociación de Bancos de México, en voz de su presidente, indica que aún se analiza su viabilidad financiera e incluso humana. En la práctica, el proyecto se empantanó en su mismo nacimiento, pues los gobiernos se convierten en avales, pero sin el dinero de los bancos, sencillamente, no se puede echar a andar.
El carácter social del instrumento financiero se hace evidente al incluir en la cobertura a la pareja, pero no es sólo eso. La hipoteca inversa no forzosamente implica que el banco se quedará con el inmueble, los herederos pueden restituir la inversión, más los intereses correspondientes, a la institución bancaria: adquirir la deuda y pagarla igualmente en plazos. El equilibrio se daría por el tiempo: si un adulto mayor recibió pocas mensualidades por la hipoteca inversa, los herederos pagarán poco; si el tiempo es mucho más prolongado, los herederos deberían pagar una buena parte del valor de la propiedad.
Cabe destacar que el importe mensual que pueda percibir el usuario depende de varios factores: el valor de la vivienda, la edad de la persona que contrata el préstamo y, en su caso, la edad del cónyuge cobeneficiario.
Es decir, la hipoteca se negocia entre el adulto mayor y el banco para establecer las condiciones que resultasen más adecuadas para las partes.
DEBATE INICIAL Cuando Crónica, hace un mes, difundió la aplicación de la hipoteca inversa en la capital del país (nacida de una propuesta panista y apoyada posteriormente por el gobierno mancerista), los visitantes de la web del diario convirtieron rápidamente a esta información en la más leída del año, y también en una de las más comentadas con opiniones que van desde la advertencia de que es un caso de abuso bancario, hasta los adultos mayores que indican que es válido y justo que sus hijos paguen algo en lugar de heredar gratuitamente una casa.
Ricardo Monreal, jefe delegacional de Cuauhtémoc y uno de los políticos más prominentes en la capital del país, muestra una oposición tajante, argumenta que la hipoteca inversa generó crisis para los herederos en países como España. Monreal pidió abiertamente a Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno capitalino, que vetara la promulgación de la ley aprobada en la Asamblea Legislativa.
Otro punto es que la desconfianza y el desconocimiento por parte de los beneficiarios potenciales hace inexistente la presión social para que este instrumento, ya instaurado en las dos entidades más importantes del centro del país, se eche a andar.
“¿Quién me dice que al rato cambian las leyes y hasta la casa me andan quitando? Tengo desconfianza, porque al principio nos pintan las cosas muy bonito y al final nos dejan bailando en la loma”, señala Lucía Navarro, profesora retirada de educación primaria que posee una propiedad en la delegación Tlalpan. Cuando se le platica del esquema de hipoteca inversa, su respuesta ejemplifica las trabas nacidas de la desconfianza hacia los bancos.
Lucy tiene 65 años de edad y es la primera vez que oye de esta posibilidad, vigente a partir del 28 de marzo en la Ciudad de México y que promueve el gobierno capitalino a través de la Secretaría de Desarrollo Social.
CERO HIPOTECAS. El economista principal de BBVA Bancomer, Samuel Vázquez, fue de los primeros en el mundo financiero mexicano en analizar el modelo de hipotecas inversas y su viabilidad en el país; ante ello Crónica acudió a él para saber cómo funciona este mecanismo en la práctica. Pero resulta que ni siquiera va. Vázquez expone que no existe en el país alguna institución financiera que ofrezca dicho crédito.
Para Vázquez, el esquema es benéfico para los adultos mayores. “Realmente no hay una desventaja sobre este tipo de crédito, es una oportunidad para las personas de la tercera edad para que puedan completar el dinero para vivir en su etapa de retiro”, opina el especialista de BBVA Bancomer.
Indica que estos créditos no son costosos para los usuarios, pues las tasas a las que son contratados son de niveles similares a las que se ofrecen en la adquisición de una hipoteca.
“Hay que recordar que los precios y tasas para la adquisición de vivienda en el mercado mexicano siguen siendo muy atractivos”, señala.
El especialista facilitó a Crónica su análisis sobre el funcionamiento de las hipotecas inversas, y pese a que el documento habla de que es un instrumento con numerosas ventajas para los usuarios, aún no existe respuesta del porqué ningún banco está otorgando este producto, el cual sencillamente no aparece… Tampoco el dinero de los bancos para aplicarlo en hipotecas inversas.