Los huachicoleros que operan en Puebla han perpetrado al menos 15 ataques contra militares durante operaciones para impedir el robo de combustible en ductos de Pemex, en los que han utilizado armamento de alto poder, vehículos blindados e incluso han colocado a niños y mujeres como escudos humanos, revelan informes del gabinete de seguridad nacional a los que MILENIO tuvo acceso.
Los reportes oficiales señalan que estos delincuentes han implementado una estrategia de provocación con la que buscan generar enfrentamientos que deriven en bajas civiles para culpar al Ejército.
El objetivo prioritario ha sido que los criminales aparezcan como víctimas de las fuerzas armadas, las cuales tienen la orden del alto mando de evitar responder a provocaciones cuando exista riesgo de ocasionar daños a terceras personas.
De acuerdo con los reportes oficiales, Los Negros y Los Marranos están entre las organizaciones más violentas de huachicoleros que operan en el estado, donde se ha detectado la protección de autoridades estatales y municipales a estos grupos.
Los reportes indican que los delincuentes cuentan también con una estrategia mediática para obtener cobijo social y contrarrestar las operaciones de las fuerzas armadas y federales, a través de mensajes en redes sociales, mantas y cartulinas, en los que acusan a las autoridades de supuestos atropellos.
Durante los ataques contra militares la noche del miércoles en Palmarito, utilizaron como escudo a mujeres y niños.
La intención fue que los soldados repelieran la agresión y que resultaran lesionadas personas inocentes para culpar al Ejército y tratar de justificar sus actividades ilícitas; sin embargo, dos militares fallecieron al no contestar el fuego para evitar víctimas colaterales.
El comandante militar ordenó a su personal no agredir ni responder con fuego la provocación, por lo que organizó a su fuerza, evacuando a los fallecidos y heridos, replegándose para evitar confrontaciones que generaran daños a terceras personas.
El 16 de noviembre de 2015 en Palmar de Bravo, soldados fueron agredidos por cuatro sujetos armados con saldo de un militar herido.
El 28 de enero de 2017, en la comunidad Palmarito, elementos del Ejército fueron víctimas de un ataque por desconocidos que iban en cinco camionetas; no hubo muertos ni lesionados.
El 29 de enero de 2017, en San Jerónimo Ocotitlán, un comando de 14 sujetos a bordo de dos vehículos disparó contra efectivos del Ejército.
El 11 de febrero de 2017 en el poblado de Guadalupe Enríquez, los soldados fueron atacados a tiros y posteriormente un grupo de 500 pobladores (entre ellos mujeres y niños), los agredieron con palos, piedras y machetes; no hubo lesionados.