De acuerdo con un estudio realizado el año pasado, la asociación civil Morelos Rinde Cuentas descubrió que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC) ofrece un servicio deficiente y cuenta con infraestructura vieja.
Por lo anterior, se hizo una propuesta, pero aunque ésta ha sido presentada a los directivos del organismo operador, no existe voluntad para considerarla, aseguró Juan Pablo Rivera Palau, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) e integrante de dicha agrupación.
Informó que el año pasado hicieron el estudio respecto a los servicios que presta el SAPAC, del cual destacaron cuatro puntos importantes: descontento de la ciudadanía, poco saneamiento de barrancas, deficiente distribución del vital líquido a través de tandeos e infraestructura hidráulica anticuada.
Explicó que en México, el 75 por ciento de las personas tiene agua corriente, es decir, sin un tinaco o cisterna; mientras que en Cuernavaca la cifra es de .42 por ciento.
Indicó que lograr que la población cuente con el recuerdo implica un alto costo y por eso se trata de mitigar con las pipas: “Ya nos acostumbramos a la ineficiencia. Con que llegue una vez al día o cada tercer día ya estamos contentos”.
Detalló que el SAPAC recibe, al día de hoy, cerca de 276 millones de pesos cada año.
Explicó que las propuestas de Morelos Rinde Cuentas van en el sentido de no recibir cobros en efectivo, por ejemplo, hasta reclasificar las tomas de agua, pues existen algunos negocios que pagan como si fueran domicilios particulares.
Tras el estudio en cuestión, aseguró que hicieron seis propuestas al SAPAC y al Ayuntamiento capitalino, las cuales son:
1. Eliminar los pagos en efectivo, con el fin de evitar malos manejos.
2. Poner fin a los descuentos discrecionales, pues “esta sola acción puede significar 34 millones de pesos extras de ingresos para el organismo operador.
Sobre este punto, Rivera Palau reveló que, de acuerdo a las Unidades de Transparencia, en 2015 se hicieron descuentos hasta por 53 millones de pesos. Y en promedio el SAPAC hace rebajas cada año por un total de 34 millones 905 mil pesos.
3. Reclasificar las tomas de agua. En el organismos existen ocho mil 257 usuarios que tienen que ver con negocios, pero en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía aparece un padrón de 24 mil 699 establecimientos. Y es que la diferencia entre el costo de agua para comercios y viviendas es considerable.
“Si se logra que todos los negocios pagaran su cuota justa podríamos tener 171 millones de pesos más anuales de ingresos para el SAPAC”.
4. Establecer un programa para detectar tomas clandestinas, pues “el 15 por ciento del agua que se consume en la ciudad no se factura”.
5. Buscar otras formas de mediación del vital líquido, ya que actualmente el SAPAC cuenta 186 personas que se dedican a ver los medidores, cuando en otras ciudades existen sistemas electrónicos para una lectura más eficiente y segura.
6. Congelar las plazas. “Del año pasado al actual, la nómina del SAPAC subió 36 millones de pesos, y evidentemente hay una necesidad de inversión para infraestructura de alrededor de 810 millones de pesos, a fin de poder empezar con un sistema eficiente”, enfatizó.
Finalmente, Rivera Palau indicó que ya se presentó este estudio a directivos del SAPAC, pero no han mostrado voluntad, por lo que le pidieron al alcalde Cuauhtémoc Blanco Bravo les dé la oportunidad de exponerle la propuesta, con el objetivo de abonar una solución a los problemas que actualmente atraviesa este organismo y que afecta directamente a los ciudadanos.