¿Cómo exigir un derecho cuando se vulneran los derechos de otros?, exclamaron y se preguntaron ciudadanos afectados por el bloqueo de transportistas la mañana de ayer, señalando que la población no tiene culpa de sus problemas.
“Si quieren protestar, que se vayan a la casa del funcionario y no lo dejen salir, pero no por cumplir sus caprichos nos cierren las calles”, comentaron inconformes.
El bloqueo en el acceso principal al Centro Histórico de Cuautla causó graves afectaciones, pues aún cuando duró cerca de tres horas, se registraron pérdidas económicas para los comercios asentados en las calles Batalla 19 de Febrero, Virginia Hernández y Álvaro Obregón.
Tal es el caso de un estacionamiento ubicado a unos cuantos metros de donde se encuentran las oficinas de Movilidad y Transporte, cuyo dueño manifestó su malestar por este tipo de manifestaciones.
“Yo no tengo la culpa, pero no me dejan salida para los clientes en el estacionamiento. Nos están afectando mas a nosotros”, señaló.
GRAN MALESTAR entre la población provocó el cierre de calles en el centro de Cuautla. Foto: GUDE SERVÍN
Otros ciudadanos coincidieron en señalar que no es posible que los transportistas exijan un derecho cuando vulneran los derechos de otros. “Hay otras formas de manifestarse, entonces ¿por qué afectar más al ciudadano, pues a pesar de que nos bloquean el paso tampoco hubo combis para trasladarnos a nuestros destinos”, señaló Soledad Gil.
“Y uno que culpa tienen de que no les hagan caso y no les quieran cumplir sus caprichos; si quieren que los escuchen que vayan a la casa de los funcionarios y bloqueen sus casas, así no afectan a la ciudadanía”, fueron otros comentarios de gente que caminaba por las calles cerradas, a paso veloz porque tenía que llegar a sus trabajos, escuelas o a realizar trámites bancarios de urgencia.
Esta situación se presenta cada que se hace un manifestación en la ciudad, ya que Cuautla no cuenta con alternativas viales, por lo que al cerrar una o dos calles del Centro se empieza a generar un gran caos vehicular, y con ello malestar, intolerancia, estrés, entre otros problemas, en la ciudadanía.