-Después de siete años ganó amparo que le permitirá recibir pensión vitalicia
-El pleno legislativo aprobó ayer el dictamen; el pago será con cargo al presupuesto del Poder Judicial
En junio del año 2010, el entonces magistrado presidente del Poder Judicial, Ricardo Rosas Pérez fue destituido de su cargo luego de perder el amparo que promovió contra la reforma que eliminó la inamovilidad; siete años más tarde la justicia le ha 'sonreído', pues ganó el amparo que promovió para conseguir su pensión vitalicia, calculada en más de cien mil pesos mensuales.
La ejecutoria pronunciada en el amparo en revisión administrativo R.A 486/2016 deducida del juicio de amparo número 916/2015, pronunciada por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal y Administrativa del Décimo Octavo Circuito del Estado de Morelos, fue conocida ayer por el pleno de la Cámara de diputados.
Durante la sesión ordinaria, se presentó para su votación el dictamen que elaboró la Junta Política y de Gobierno, en el que se otorga pensión por jubilación al ex magistrado Ricardo Rosas Pérez, al ciento por ciento de su último salario que ascendía a 106 mil pesos mensuales.
El dictamen fue aprobado con 23 votos a favor, sin que se registrara ningún debate de por medio entre los legisladores asistentes.
El costo de la pensión de Rosas Pérez será a cargo del presupuesto del Poder Judicial, y deberá ser retroactivo a partir del 1 de julio de 2010, de acuerdo con la resolución del amparo.
El ex presidente del Poder Judicial, también reclamaba el pago del seguro de gastos médicos mayores del que gozaba siendo magistrado, pero el Tribunal Colegiado desechó la petición "debido a que el derecho a la salud y recibir el servicio médico está garantizado a través del IMSS".
El amparo promovido por Rosas Pérez fue resuelto en "similitud" al que promovió la también ex magistrada Virginia Popoca González, quien consiguió igualmente una 'jugosa' pensión vitalicia.
En el año 2008, el Congreso de Morelos eliminó la inamovilidad de magistrados del Tribunal Superior de Justicia, y reguló su permanencia por un periodo máximo de 14 años en el cargo; para el año 2010, el magistrado Ricardo Rosas Pérez cumplió el tiempo permitido por la nueva legislación pero pretendió permanecer aún en su cargo por lo que promovió un amparo que sin embargo, la Suprema Corte le rechazaría, lo cual implicó su destitución inmediata. En ese momento era además el presidente del Poder Judicial.