Los diputados del llamado G-10 presentaron ayer una ‘queja’ ante la Comisión Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM), ante la falta de pago a sus colaboradores por parte de la Mesa Directiva de la Cámara; han insistido que en algunos casos, desde hace más de dos meses dejaron de recibir sus pagos quincenales.
La diputada panista Norma Alicia Popoca Sotelo, lamentó que la presidenta del Congreso, Beatriz Vicera Alatriste esté ejerciendo violencia política en contra de las y los empleados de las bancadas del PRI, PAN, Nueva Alianza y las fracciones del PES y el Humanista (que conforman el G-10, con excepción del priísta Francisco Moreno, del panista Carlos Alaniz y del aliancista Ulises Vargas).
Los integrantes del G-10 reiteraron ayer que la retención de sueldos se debe a una “revancha política” de parte de la bancada del PRD, luego de que votaron en contra la reforma integral al Código Electoral del Estado, que definió las reglas del proceso electoral de 2018.
La queja ante la Comisión de Derechos Humanos, que recibió personalmente el Ombudsman, Jorge Olivares Brito, fue rubricada por los diez legisladores “opositores”.
La protesta emprendida por este grupo de diputados en demanda del pago de sus empleados inició el jueves pasado con la ‘toma’ de las oficinas de la Mesa Directiva, de la Junta Política y la secretaría de Finanzas; a partir del domingo, acordaron la “toma” total del inmueble legislativo, en el que por ahora las actividades legislativas se encuentran paralizadas.