Peritos forenses y trabajadores de la Fiscalía General del Estado (FGE) iniciaron ayer la búsqueda de cuerpos inhumados clandestinamente en las inmediaciones del panteón Pedro Amaro, donde en semanas recientes se han recuperado 86 cadáveres de dos fosas comunes que funcionaban irregularmente. Una más está por ser explorada.
El procedimiento consiste en perforar pozos de sondeo en sitios marcados por peritos y familiares de personas desaparecidas, pues se presume que hay otras fosas clandestinas además de las tres que se localizaron.
Cinco horas después se suspendieron los trabajos porque los peritos sólo tenían programado hacer pozos de un metro de ancho y uno de profundidad, lo que rechazaron familiares de las víctimas, quienes demandan que sean de dos metros de ancho y dos o tres de profundidad.
Reclaman más profundidad
Amalia Hernández, tía de Oliver Navarrete Hernández –secuestrado y asesinado en 2013 en Cuautla; enterrado el 28 de marzo de 2014 en una fosa común clandestina de la FGE en Tetelcingo (Cuautla) y recuperado en diciembre de 2015– explicó que exigieron hacer excavaciones más grandes para revisar bien si hay más cuerpos inhumados cerca de las tres fosas descubiertas, y recordó que en éstas encontraron cuerpos completos a dos metros de profundidad; encima, agregó, sólo hallaron pedacería
de restos.
Amalia y Angélica Rodríguez Monroy, madre de Viridiana, desaparecida en agosto de 2012, aseguraron por separado que en la perforación de estos pozos, igual que en las exhumaciones en las fosas clandestinas de los municipios de Cuautla y Tetelcingo, participan peritos de la Procuraduría General de la República (PGR), de la Policía Científica de la Comisión Nacional de Seguridad (CES), de la FGE y de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
Quedamos con las autoridades en revisar toda esta área (aproximadamente una cuarta parte del panteón que delimitó la FGE); si encontramos más restos los vamos a señalar y después de terminar la fosa que dejamos pendiente vamos a exhumarlos también
, dijo la tía de Oliver Navarrete.
Al principio de esta diligencia, la FGE aseguraba que en la fosa común de Jojutla se habían inhumado sólo 35 cuerpos sin identificar
, pero en las exhumaciones efectuadas de marzo a mayo se sacaron al menos 86 y se dejó pendiente la tercera fosa.