Habitantes de la localidad de Amayuca, municipio de Jantetelco, repudiaron ayer la escalada de asesinatos, secuestros, extorsiones y robos de vehículos en esa región desde hace meses.
Vecinos y familiares de Julio César Hernández Bonilla, chofer de un mototaxi asesinado en un robo la tarde del pasado miércoles, se manifestaron frente a la ayundantía de Amayuca y emplazaron anoche a las autoridades municipales y estatales a que den la cara
para resolver la inseguridad.
La manifestación comenzó el jueves alrededor de las 14:30 horas, cuando familiares de la víctima y sus compañeros de mototaxis caminaron con el féretro de Julio César desde la casa de éste hacia la explanada municipal.
Salomé Hernández Bonilla, hermano de Julio César, y su madre, Irene Bonilla, aseguraron que las autoridades no garantizan el trabajo, la seguridad ni la vida de los pobladores. Señalaron que el alcalde Juan Felipe Domínguez y el gobernador perredista Graco Ramírez han sido rebasados por las bandas criminales.
Recordaron que al campesino Lázaro Bonilla Vara lo despojaron de su camioneta y le dieron un tiro en la cabeza el pasado 2 de junio; 10 días después murió en el hospital. A Julio César lo encontraron muerto en el camino Amilcingo-Jantetelco; a Lázaro le robaron y dispararon
, detallaron.
Reprocharon que elementos del mando único que operan en esta localidad se negaron a buscar a Julio César, quien desapareció alrededor de las 13 horas, y dos horas después sus familiares lo encontraron sin vida.
“Queremos justicia, que el gobierno del estado y el municipal detengan a los criminales de mi hermano. Lamentablemente no es el primero: en menos de tres días dos personas han sido asesinadas con balazos en la cabeza.
Que den soluciones. Él manejaba un mototaxi porque no tenía empleo; se ganaba la vida de manera honesta, con un trabajo digno, no ilícito. Desde aquí le decimos al gobernador Graco Ramírez que no funciona la estrategia de mando único
, subrayó Hernández Bonilla.
Los pobladores emplazaron al alcalde de Jantetelco, a integrantes del gobierno del estado y al fiscal estatal, Javier Pérez Durón, a que acudan a Amayuca para que respondan por su incapacidad para hacer frente a la inseguridad y para que se detenga a los asesinos de Julio César.
Si los funcionarios no dan la cara, advirtieron, se apoderarán de la presidencia municipal de Jantetelco. A las 16 horas del jueves los manifestantes se llevaron el cuerpo de Julio César a una celebración religiosa; luego lo llevaron al panteón del pueblo, donde una vez más demandaron seguridad y paz.