Se consideran abandonados por las autoridades, quienes no declararon el lugar como zona de desastre y tampoco han visibilizado la magnitud de las afectaciones que provocó el fuego.
Emiliano Gutiérrez García y su familia se han dedicado en los últimos días a la producción de maíz, sorgo y frijol. Esta cosecha les ayudará para subsistir el resto del año; sin embargo, les preocupa cómo solventarán los gastos sin la producción de aguacate que caracteriza a la región.
Cabizbajo, Emiliano narró que el 22 de marzo el humo y las llamaradas eran intensas, debido a que el fuego alcanzó los árboles de ocote, madera que alimenta rápidamente el fuego.
Algunos se trasladaron a los pueblos vecinos, pero otros decidieron quedarse a cuidar que el desastre no alcanzara sus pertenencias.
Una de las mayores afectaciones fue a la cosecha de la temporada, denominada “la fruta loca”, aguacates que ya estaba por madurar para ser recolectados y vendidos. Los árboles se recuperarán hasta diciembre.
Al ser su principal fuente de empleo, los cerca de 60 productores afectados mantienen la preocupación sobre la manera en que saldrán adelante, mientras esperan los tres años para la recuperación, ya que, a pesar de que han recibido apoyo, no es suficiente.
Se toman la foto y se van
Gutiérrez García enlistó los apoyos que ha recibido después del incendio, los cuales agradeció, pero reconoció como escasos.
El alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco Bravo, proporcionó plantas de aguacate y abono que ya están plantados; solamente esperan las lluvias, para que se refuercen.
Por parte del Gobierno estatal recibieron un vale de mil 500 pesos, que a pesar de ayudarles, es insuficiente para sobrevivir más de un mes.
Asimismo, la diputada Beatriz Vícera Alatriste les proporcionó despensas y un discurso de ánimo, “pero de palabras no comemos”.
Asimismo, para el ganado les dieron siete pacas de zacate, ya que los animales también flaquearon, debido a que no hay hierba para que coman.
Para la recuperación de sus cercas, los diputados les prometieron una tonelada de cemento; sin embargo a la fecha no les ha llegado. Aunque tampoco sería lo que requieren, pues son más de 60 afectados y decenas de hectáreas dañadas.
“Sólo vienen a tomarse las fotos”, expresó con tono de decepción. “El Gobierno no quiere voltear para acá; ya vinieron los grandes, pero no creo que regresen. Hablaban de darnos fertilizante y no ha habido ayuda. Nos dan cheques raquíticos. Queremos que evalúen la situación y nos consideren”, reclamó.