-Se ha caracterizado por ser intolerante y ha habido muchos excesos, acusó Marco Antonio Martínez
-Destacó que las obras realizadas por el gobernador, no tienen ni dos años, y ya muestran desperfectos
La actual administración del gobierno de la nueva visión que preside el perredista Graco Ramírez Garrido, se ha caracterizado por ser intolerante y en donde ha habido muchos excesos, acusó Marco Antonio Martínez Dorantes, coordinador de Acción Política del Partido Encuentro Social (PES).
Recordó que el Mando Único que encabeza Jesús Alberto Capella Ibarra, no ha dado los resultados que ofrecieron y mucho menos los que espera la sociedad, porque lamentó que en lugar de disminuir la incidencia delictiva se ha incrementado de manera alarmante en los 33 municipios de Morelos.
Con relación al tema señaló: "En el tema de la seguridad se ha lacerado a todos los ciudadanos por el creciente índice delictivo que se vive no solo en la capital, sino en todo el estado".
Pero además, habla del grado de corrupción que se ha generado en la presente administración, particularmente en lo relacionado a las obras que ha realizado el gobierno estatal, subrayó que en este rubro se ha gastado mucho dinero, aunado a que cobran mucho para realizarlas y además, pagan también cantidades fuertes para ejecutarlas y se están deteriorando.
Marco Martínez, comentó que algunas obras realizadas por el gobierno perredista no tienen ni dos años y ya muestran desperfectos y daños, por lo que están inservibles.
Es por lo anterior que el gobierno de Graco Ramírez se caracteriza por ser muy caótica, encaminando a ser un tema de Duarte que tendrá que ser juzgado.
Anunció que por esta razón quien llegue a gobernar Morelos en la próxima administración tendrá que revisar de forma puntual todos los excesos habidos y por haber que hay en este gobierno encabezado por Graco Ramírez.
Además, dijo, la próxima administración estatal, tendrá que mantener una posición firme para no permitir la impunidad en los actos de corrupción que se han ido documentando y que por ende, tendrán que ser castigados incluso con cárcel sin importar quiénes o cargos políticos que tengan, tal y como lo exige la sociedad.