El pleno de la Permanente aprobó dos dictámenes al respecto; el primero de ellos, para condenar el homicidio de Jessica Esmeralda Cano Baas, yucateca de 25 años, asesinada por su ex esposo, en un centro comercial de Mérida, Yucatán.
Se sabe, y así reza en el punto de acuerdo aprobado, que la causa de su asesinato fue por no querer continuar con su relación marital, y en un hecho por demás cobarde, despiadado, su esposo le quitó la vida de manera premeditada y con dolo. Ahora, Jessica Esmeralda es una mujer que aumenta el número de los feminicidios en México y, en específico, en Yucatán
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El segundo dictamen engloba tres puntos de acuerdo, presentados por separado, por los partidos Morena, Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), para detener la violencia contra las mujeres en los estados de Puebla, Nayarit y Tabasco.
Al presentar ante el pleno los dictámenes, la presidenta de la segunda Comisión de la Permanente, la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) Maricela Contreras, destacó: ¿Qué podemos esperar las mujeres cuando a pesar de tener leyes se castiga más el robo de ganado que la violencia de género?
O bien, continuó, en aquellos estados donde para los gobernadores la palabra feminicidio o alerta de género les causa escozor o le tienen miedo
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Ante senadores y diputados la perredista cuestionó: “¿Qué podemos esperar las mujeres?, si esta espiral de violencia en la que está sometido el país, las mujeres parecemos un botín de guerra. El asesinato de las mujeres no es una cuestión de competencia, es una realidad.
Esta violencia ha horrorizado, llega a extremos donde no sólo se trata de matar a las mujeres, sino de ensañarse con los cuerpos: se mutilan, se rocían sus rostros con ácido, se les extirpan los ojos, se descuartizan y se les quita la piel y carne
, advirtió ante el pleno la diputada Contreras.
Refirió que en las semanas anteriores tuvimos el caso de una mujer a la que se le quitó la carne al hueso en una pierna, y a su cara; compañeras, compañeros, su cara fue descarnada
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La diputada Contreras acusó: no hay localidad, comunidad, municipio o estado donde la violencia contra las mujeres no esté presente. No es un asunto de ideologías, de colores partidistas o del gobierno que esté al frente, sino de una serie de circunstancias que se acumulan por ese desdén del Estado para reconocer y respetar nuestros derechos
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En las consideraciones de los dictámenes se subraya que el feminicidio es el resultado de la violación reiterada y sistemática de derechos humanos de las mujeres. Su común denominador es el género: niñas y mujeres son violentadas por el sólo hecho de ser mujeres y en algunos casos son asesinadas como culminación de una violencia social, pública o privada, tolerada o auspiciada por la omisión de acciones que la combatan o por la impunidad a los victimarios de violencia
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