El documento atiende observaciones de que el intercambio debe ser mutuamente ventajoso
y que los países pueden recurrir a instrumentos legítimos en su defensa
Pese a las reticencias de Estados Unidos, el G20 firmó finalmente un acuerdo en favor del libre comercio y contra el proteccionismo. En el texto final se agregaron nuevos elementos, que el comercio debe ser recíproco y mutuamente ventajoso
y que los países pueden recurrir a instrumentos legítimos en defensa del comercio
, como planteó Washington.
La canciller alemana y anfitriona del encuentro, Angela Merkel, se mostró feliz
por haber conseguido que los jefes de Estado y de gobierno de los 20 principales países industrializados y emergentes (G20) hayan logrado sacar un comunicado final que incluyera un acuerdo en favor del libre comercio, tras dos días de arduas negociaciones.
En rueda de prensa tras terminar la cita –7 y 8 de julio– que reunió a los líderes de esos países, incluido México, Merkel señaló que el comercio internacional suscitó los debates más intensos, pero finalmente se alcanzó un acuerdo y defendió que los mercados deben permanecer abiertos.
Merkel, quien mostró su rechazo al proteccionismo y el comercio injusto, explicó que los intercambios internacionales se basan en reglas previamente establecidas y destacó el papel de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para trazar las regulaciones globales sobre las cuales deben sustentarse los intercambios, así como cualquier acuerdo bilateral en este ámbito.
Con este acuerdo, el G20 evitó el fracaso de la cumbre y una nueva escalada en el conflicto comercial.
Las fuertes revueltas que dejaron una estela de destrucción en Hamburgo marcaron una complicada cumbre del G20 en la que Merkel tuvo que lidiar no sólo con los grandes desafíos globales, sino también con la férrea postura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los manifestantes en la calle.
Fantasmas del pasado
La irrupción en el escenario político mundial del nuevo inquilino de la Casa Blanca hizo aparecer fantasmas del pasado, que todos pensaban que nunca volverían a sobrevolar los tejados de la comunidad internacional, como el proteccionismo.
A menos de tres meses de las elecciones generales de Alemania, Merkel quería evitar a toda costa que la primera cumbre del G20 en suelo alemán acabara en fracaso. Para evitarlo, los conocidos como sherpas, encargados de negociar entre bambalinas los detalles de la declaración final, tuvieron que trabajar hasta el último momento.
A la primera cumbre del G20 a la que asiste, Trump dijo que el comercio debe ser justo además de abierto y debe beneficiar a empresas y trabajadores estadunidenses. Ha apuntado a las relaciones comerciales con países que tienen grandes superávits con Estados Unidos, o sea que venden más a los consumidores estadunidenses que lo que compran a las empresas del país.
Comercio libre y justo
El comunicado final refleja el delicado equilibrio entre entre comercio libre y justo. Funcionarios de la Unión Europea señalaron que el lenguaje de la declaración no se aparta del sistema global vigente, que permite a los países tomar medidas defensivas dentro de la OMC. Estos incluyen aranceles a la importación para compensar prácticas desleales como subsidios oficiales o precios por debajo del costo.
El G20, que agrupa a los 20 países económicamente más ricos del mundo; en principio fue creado como estructura de respuesta a la crisis financiera mundial surgida en 2008, pero poco a poco va abarcando más temas que rebasan el ámbito económico.
La presidencia rotativa del G20 pasará a Japón en 2019 y a Arabia Saudita en 2020, según el comunicado final de la cumbre de Hamburgo, mientras la edición de 2018 se celebrará en Argentina, como estaba previsto. La presidencia rotativa del G20 permite que cada país incluya en la agenda los temas que más le interesen.