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LA RAZÓN: Meade: no soy militante ni político, pero no satanizo a los partidos

Asegura que si releva o no a Agustín Carstens en Banxico no le preocupa, pues está concentrado en su labor a cargo de las finanzas públicas.

 

Aunque se le menciona como una de los posibles opciones para ocupar la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República en 2018, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, afirma que por el momento está concentrado exclusivamente en su labor como servidor público; sin embargo, acota que no hay que satanizar a los partidos políticos.

En entrevista con La Razón, Meade informó que para el presupuesto de egresos de 2018 se tiene previsto un esfuerzo extra para cumplir las metas de finanzas públicas, además de que aseguró que el peso todavía está subvaluado, sin embargo se acerca cada vez a los fundamentales.

Se le ubica como uno de los posibles candidatos para la Presidencia en 2018. ¿Qué piensa usted al respecto? Siempre es un honor, siempre es un gusto, pero hay que esperar los tiempos y hay que esperarlos concentrado en lo que está uno haciendo, que es la administración, la conducción de la Secretaría de Hacienda.

Yo creo que los tiempos políticos, si bien están cerca, todavía no están aquí. Ya incluso Enrique Ochoa, el presidente del PRI, dijo que se puede abrir la candidatura del tricolor para alguien que no tenga militancia…

Cada quien está en sus procesos, en sus definiciones. Y acá todavía no llega el momento de esas definiciones. Habrá que esperar y estar atentos. En esto hay mucho ruido y pocas señales. Y lo que hay que esperar, más que ruido, señales, pues son certezas, procedimientos y calendarios.

Y mientras eso suceda, y mientras no empiece el proceso electoral, toca, insisto, estar concentrado en la labor de la secretaría y solamente en ésa, sin ninguna distracción y sin ninguna ambición adicional.

Yo no soy ni político ni militante, sino servidor público que tiene una labor y una responsabilidad en la que está concentrado.

Existe en el mundo una tendencia antiestablishment en la que en los comicios contienden ciudadanos, personas sin militancia. ¿Usted se vería como candidato en algún partido, buscando representar a alguna institución política para contender por la Presidencia?

Yo creo que vale la pena hacer un trabajo de reivindicación de dos temas: un trabajo de partido, un trabajo de reivindicación del trabajo de política y un trabajo de reivindicación también del sector público.

Uno tiene muchas formas de manifestar su vocación por el servicio público, yo creo que hay quienes lo han manifestado a través de un trabajo, sobre todo de gobierno, que es una forma válida de expresar el deseo de servir. Y hay quienes lo han expresado a través del trabajo de partidos, y yo creo que las dos son vías válidas, las dos son vías naturales.

Vale la pena reivindicar las dos expresiones y no satanizar el trabajo ni de los políticos ni de los partidos, que son instituciones válidas y que son expresiones, además, naturales de la vocación pública.

También se le menciona para suceder a Agustín Carstens al frente de Banxico… Como se me menciona para muchas cosas, eso de nuevo valida que entre tanta mención no vale la pena más que concentrarse en lo que estamos. Esa definición, esa forma de conducir, pues ha sido la que ha marcado mi trayectoria.

Si uno está pensando que los espacios son para buscar otros espacios, en lugar de para corresponder con trabajo, con resultados, con entrega y con concentración, se está uno quedando corto con el servicio y con la responsabilidad que uno tiene.

Acá en Hacienda andamos en el proceso ya de empezar a construir el paquete, andamos en el proceso de seguir cuidando las fortalezas que tienen nuestras finanzas públicas.

¿Y cómo va a ser ese paquete? ¿Habrá más austeridad? Es un paquete que no debe tener sorpresas, que va a implicar un esfuerzo adicional por parte del gobierno para cumplir con una trayectoria de consolidación fiscal.

Este año, conforme al Paquete Económico, debíamos cerrar en 2.9 y el año que entra cerrar en 2.5. Eso quiere decir que todavía tenemos que hacer un esfuerzo adicional para consolidar las finanzas públicas para alcanzar ese objetivo que nos habíamos planteado, respecto del que hemos hecho en los dos años anteriores.

Numéricamente esto implicará un menor ajuste, pero implicará un ajuste que se acumule a los que hemos hecho en los dos años previos y que nos van a llevar a un nivel de requerimientos en 2018 que, si se mantiene en el tiempo es consistente con que la deuda, como porcentaje del PIB, se vaya disminuyendo.

¿Dentro de este paquete ustedes prevén coberturas petroleras? Una de las estrategias que le han dado blindaje a nuestras finanzas públicas es buscar que la plataforma, sobre todo la plataforma de exportación, esté cubierta.

Es un tema en donde este año también habremos de hacerlo, es un tema que se gestiona a través del Banco de México y que se anuncian sus características y sus condiciones hasta que hayamos cumplido con el programa.

Lo más probable es que este año, igual que todos los previos, ése sea uno de los elementos adicionales que acompañen al paquete y le den fortaleza.

¿Usted cree que el peso está subvaluado? Nosotros lo pensábamos. Al principio del año, veíamos un peso que no estaba guardando relación con los fundamentales y veíamos amplios espacios en consecuencia para que hubiera una corrección y para que el peso se apreciara.

Se ha dado esa corrección y dependerá un poco del futuro de muchas otras variables que hoy no podemos vislumbrar ni conocer con precisión su trayectoria, por lo que hay que estar por un lado atentos, y por el otro lado en lo que sí podemos controlar, que es sobre todo el poder de las finanzas públicas, pues ser vigilantes y mantener el país en esta ruta de responsabilidad.

Sí pensamos que está mucho más cerca el peso de los fundamentales hoy de lo que estaba al principio de año.

 
   
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