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LA CRÓNICA DE HOY: Caen secuaces de El Ojos; van por mototaxistas

Policías impidieron que secuaces del exlíder del Cártel de Tláhuac ingresaran al panteón armados. Agentes instalaron un cerco de revisión que se relajó tras la llegada del féretro

 

La policía capitalina detuvo a siete seguidores de Felipe de Jesús Pérez, El Ojos, en el Panteón San Lorenzo Tezonco, horas antes de que se realizara el sepelio del exlíder del Cártel de Tláhuac-Chalco.

La detención fue porque los secuaces llegaron al camposanto armados y con bolsas de polvo blanco y hierba verde. Incluso agredieron verbalmente a los uniformados y los amenazaron de muerte.

Fue alrededor de las 14:00 horas cuando empezaron a arribar mototaxistas y amigos de El Ojos a los alrededores del panteón, a esa hora —y desde las 10 de la mañana— cercado por 300 elementos de la policía capitalina, apoyados en el aire por el helicóptero del agrupamiento Cóndor.

Ya eran casi las 14:30 horas cuando un grupo de motohalcones comenzó a provocar a los agentes de la policía, incluso los trataban de intimidar con la mirada.

Fue hasta que uno de los mandos policiacos no se aguantó y ordenó a sus subalternos  revisar a los sujetos, de entre 20 y 25 años de edad, que minutos antes los habían amedrentado y que se encontraban adentro del cementerio, ubicado sobre Avenida Tláhuac, en los límites de las delegaciones Iztapalapa y Tláhuac.  

Uno de los sujetos, quien presentaba una lesión en el brazo  —traía clavos ortopédicos expuestos— escondía una pistola bajo la sudadera.

Al subirlo a una camioneta de la SSP, sus compañeros intentaron rescatarlo y fue en ese momento que comenzó una trifulca que dio pie al mega operativo, que incluyó el cateo de personas, vehículos y motos.

A las 15:00 horas y la policía ya había trasladado a siete personas y remolcado ocho vehículos a la Agencia 50 del Ministerio Público, mejor conocida como el Búnker, de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.

Fuentes de la SSP indicaron que a los detenidos se les fincarán los delitos de portación de arma y delitos contra la salud, esto último, luego de que a los imputados se les encontrara droga entre sus pertenencias.

Ya eran las 16:00 horas y el féretro aún no llegaba, por lo que los elementos de la policía capitalina intensificaron el dispositivo de seguridad… comenzaron a revisar a todo el que se paraba por el lugar: peatones, curiosos, halcones, familiares; incluso a los usuarios del transporte público que se detenían frente a las puertas del panteón.

Los policías obligaron a los automovilistas que ingresaban al cementerio a descender del vehículo, abrir su cajuela y retirarse unos metros para inspeccionarlo de forma exhaustiva. No encontraron nada en los cerca de 25 vehículos que revisaron durante una hora.

El operativo de seguridad se relajó cuando los restos de Felipe de Jesús Pérez Luna aparecieron por el lugar; de inmediato abrieron el zaguán —que había sido entrecerrado desde las 14:00 horas— y, sin revisión alguna, entraron las cerca de 500 personas que acompañaron a los familiares del capo.

Crónica observó como al ver la gran cantidad de vecinos, familiares, amigos y trabajadores de El Ojos, los policías rompieron el cerco de seguridad y sólo observaron el paso de féretro.

Ello, pese a que era evidente que algunos hombres iban armados. En la zona de la cintura se les notaban las cachas de las pistolas. Nadie dijo nada y siguieron su camino hacia la tumba. 

Desde ese momento, los oficiales se limitaron a observar las acciones y a esperar a que los asistentes al entierro salieran del lugar. Ya no hubo detenidos; el reloj marcaba 17:30 horas.  

Ámbito: 
Nacional
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