Fue la barranca Santo Cristo la que se desbordó durante la lluvia que duró 30 minutos. El mismo lugar donde el pasado 12 de julio murieron dos personas al caer en un socavón. A este lugar la gente le llama “El Paso de la Muerte”.
Una de las afectadas es Cecilia Obregón, habitante de la colonia Palmira. A su departamento no llegó la inundación pues vive en un tercer piso; sin embargo, dos de sus vehículos que se encontraban en el estacionamiento quedaron bajo el agua.
“Aproximadamente a la 1:30 de la mañana me percaté que algunos vecinos gritaban porque los vehículos ya estaban inundándose. Me marcaron para decirme que corriera porque el agua ya había alcanzado los 10 metros y el estacionamiento se estaba anegando, peor que la primera ocasión”, recuerda.
Tras estos hechos, personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) llegó al lugar y propuso a los afectados hospedarlos en un hotel. Algunas, menos de 15, aceptaron, mientras que el restó se quedó en su casa para rescatar lo que el agua no tocó.
Los vecinos dicen que el problema se originó desde que el tubo que ayudaba al desagüe de la barranca se fracturó.
“Antes de que se originara el socavón había un tubo, pero un día ese mismo ducto se rompió. En aquella ocasión alertamos y lo que hicieron fue venir a taponarlo con cemento. Desde ese día el agua comenzó a tener un cauce más lento, pues no había por dónde saliera”, cuenta Karina Ponce a MILENIO, quien vive en Palmira desde hace 20 años.
Autoridades de la SCT confirman lo dicho por los vecinos y aseguran que el taponamiento del desagüe impide que el agua de lluvia siga su cauce, generando inundaciones; aseguran que es por la basura y no por problemas con el Paso Express.
“No cuento con los elementos suficientes para afirmar que las inundaciones de esa madrugada sean consecuencia del Paso Express. Tendremos que esperar a los dictámenes para que digan qué es lo que pasó. No soy perito”, aseguró el nuevo delegado de la SCT en Morelos, Armando Castañeda.
Tras la inundación, el pasado jueves las personas afectadas bloquearon de forma intermitente la avenida Palmira para exigir que los daños fueran resarcidos.
Al respecto, la SCT informó que se hará cargo de la limpieza y reparación de los daños de la zona y casas que resulten perjudicadas durante el taponamiento de la tubería en el Paso Express.
Alicia Palacios, vecina de la colonia Chipitlán, dijo que solo así fue como personal de Protección Civil estatal y de la SCT regresó a realizar un diagnóstico de las pérdidas materiales.
A casi tres días de las inundaciones, el agua acumulada no ha terminado de desazolvarse. De las profundidades de la barranca Santo Cristo, dos mangueras absorben el agua residual y de lluvia para depositarla en dos tubos que se encuentran a 5 metros y que también pasan por debajo del Paso Express.
Karina cuenta que el miedo entre los vecinos es latente y asegura que temen que llegue la noche o que comience a llover, pues no saben qué otra cosa puede ocurrir en lo que bautizaron como “El Paso de la Muerte”.