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Renueva PRI estatutos sin voces discordantes

Ochoa promete que en 2018 ganarán la Presidencia, 9 gubernaturas, los Congresos y las alcaldías

 

 

Claudia Ruiz Massieu, secretaria general del PRI, Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del partido, y Ernesto Gándara, secretario técnico del Consejo Político Nacional, al aprobar los cambios estatutarios. Foto: Eduardo Jiménez

Sin discusión alguna, el PRI aprobó por unanimidad cambios a 98.4% de sus Estatutos, para recuperar las preferencias electorales rumbo a 2018, con la creación de un sistema interno anticorrupción, el castigo a abusos, prepotencias y traiciones de sus militantes; abrirse a candidatos externos y obligar a sus integrantes a mantener contacto permanente con la sociedad.

Con energía, pasión priista y ciudadana vamos a ganar la confianza de los mexicanos y a mantener el gobierno, para seguir siendo el partido que transforma a México”, dijo la secretaria general, Claudia Ruiz Massieu, al abrir la plenaria de la XXII Asamblea Nacional.

Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del PRI, dijo que con estos resultados “hoy hemos desmentido a quienes pensaron que esta Asamblea iba a generar desunión; se equivocaron de nueva cuenta nuestros detractores; este partido político es plural y en la diversidad encuentra su fortaleza”.

Además, prometió que el PRI ganará carro completo en 2018, porque refrendará la Presidencia, ganará el Congreso de la Unión, las nueve gubernaturas y todos los congresos estatales y alcaldías que están en competencia.

Manlio Fabio Beltrones, Verónica Martínez, Graciela Ortiz, José Francisco Yunes y Jorge Carlos Ramírez Marín, quienes el miércoles fungieron como presidentes de las mesas nacionales, se encargaron de presentar un resumen de los cambios más significativos en los temas de Visión de futuro, Declaración de principios, Ética y rendición de cuentas, Programa de Acción y Estatutos.

Receptáculo de todos los cambios que decidió el partido, los Estatutos fueron modificados en 98.4% de su estructura actual, para permitir que el PRI acepte candidatos externos a puestos de elección popular; retirar la exigencia de 10 años de militancia a los priistas que busquen ser el candidato presidencial; obligar a sus militantes a asumir compromisos contra conductas antiéticas.

Estableció como requisito que sus candidatos a puestos de elección popular jamás hayan tenido comportamientos de violencia misógina; les exige a todos sus militantes utilizar con responsabilidad las redes sociales; de igual manera, le puso fin a los plurinominales eternos, al establecer que deben someterse al voto directo, si quiere mantenerse en una posición de elección popular.

Acordó castigar a los traidores del partido, ya sea porque hacen proselitismo en apoyo a candidatos de otro partido o por realizar actos de desprestigio de las candidaturas sostenidas por el partido, amén de que obliga a los servidores públicos priistas a rendir informes periódicos y abrir audiencias públicas.

En Declaración de Principios, reafirmó su compromiso con los derechos humanos, democracia, igualdad de género, inclusión de jóvenes, desarrollo sustentable; derecho a vivir en paz y seguridad; rechazo a la violencia contra mujeres y a corrupción.

En su Programa de Acción, el PRI fijó 84 líneas para trabajar contra la inseguridad, pobreza, desigualdad y generar el éxito de las reformas estructurales aprobadas en el gobierno de Enrique Peña Nieto; busca mejorar la calidad de vida de los policías, apoyar a las Fuerzas Armadas para que cuenten con el marco legal que los proteja; impulsar un padrón único de los programas sociales y la mejora del sistema de recaudación y distribución de la riqueza nacional.

Para las tareas de anticorrupción, los priistas aprobaron un nuevo Código de Ética Partidista, que ordena a todos sus militantes a cooperar en las tareas de combate contra comportamientos que dañan la imagen del partido.

Este Código ordena a los priistas a asumir como principios éticos la legalidad, lealtad, honestidad, imparcialidad, transparencia, rendición de cuentas, congruencias y responsabilidad; además, crea la Comisión Nacional de Ética Partidaria, a nivel central y de los estados, que se integrará por un mínimo de cinco y un máximo de 11 priistas que tengan una trayectoria intachable.

Esta Comisión recibirá “denuncias de actos violatorios de las disposiciones contenidas en este Código, determinar su procedencia o improcedencia: investigarlas, sustanciarlas, resolverlas y, en su caso, con el predictamen correspondiente remitirlas a la Comisión Nacional de Justicia Partidaria para efectos de imponer la sanción que corresponda”.

Y en cuanto a la Visión de Futuro, el PRI reconoce el poder de las urnas, que ha impuesto la pluralidad y eso “ha dado lugar a la fragmentación del poder público, planteando nuevos retos a la gobernabilidad del país. Por ello, es necesario aprovechar las recientes reformas a la Constitución, para que el desempeño institucional favorezca acuerdos responsables, estables y duraderos”, como son los gobiernos de coalición.

Con este tipo de cambios, Enrique Ochoa Reza aseguró ayer que se equivocan quienes anticipan que en 2018 el priismo perderá las elecciones, y anticipó que esta Asamblea generó la unidad del partido en torno de un proyecto de nación que busca su mejora constante.

 

Mandan a las calles a 2 mil pluris

Por unanimidad, el pleno de la XXII Asamblea Nacional del PRI aprobó poner fin al llamado chapulineo de legisladores y regidores plurinominales, lo cual obligará al menos a dos mil 150 priistas a salir a la calle a ganar votos, si quieren seguir siendo representantes populares en el Congreso de la Unión, las Cámaras estatales y las regidurías.

Nombres como Joel Ayala, Carlos Romero Deschamps y Armando Neyra, líderes sindicales y actuales senadores, ya no podrán saltar a la Cámara de Diputados en 2018 sin someterse a una elección popular.

La reforma, sin embargo, no le cierra del todo la puerta a priistas que desde hace años son colocados en las listas plurinominales, pues deja en claro que la  regla se aplica a quienes hoy ocupan un cargo, lo cual permitirá que  políticos como Manlio Fabio Beltrones o Carlos Aceves del Olmo, líder de la CTM, puedan ser incluidos en las elecciones del próximo año, porque si bien su más reciente tarea como legisladores fue como plurinominales, ya no ejercen el cargo.

El nuevo artículo 212 de los Estatutos establece que “quien ocupe un cargo de elección popular por el principio de representación proporcional no podrá ser postulado por el partido por el mismo principio para ningún cargo en el proceso inmediato”.

El PRI tiene al menos dos mil 150 legisladores y regidores electos por el principio de representación proporcional, conocida como plurinominales o pluris, y si ellos quieren repetir en un cargo similar, tendrán que hacer campaña y ganar en las urnas.

En el Senado hay 13 pluris; 11 en activo y dos con licencia: Arely Gómez, secretaria de la Función Pública, y Raúl Cervantes, titular de la PGR. En esa lista están Joel Ayala, líder de la FSTSE; Cristina Díaz, exdirigente nacional de PRI; Emilio Gamboa, actual coordinador de los senadores priistas; Hilda Flores, dirigente del Movimiento de Mujeres; Armando Neyra, líder de la CTM-Edomex y Carlos Romero Deschamps, dirigente petrolero.

En la Cámara de Diputados hay 48 pluris priistas, entre ellos César Camacho Quiroz, coordinador de la bancada; Enrique Jackson, Mariana Benítez, David López, María Esther Scherman, Martha Tamayo e Ivonne Ortega, quien está de licencia.

También tiene 94 diputados plurinominales en los congresos estatales; y en las dos mil 446 presidencias municipales tiene, al menos, dos mil regidores, pues los ayuntamientos, además del alcalde, síndicos y regidores electos por planillas, hay “un número de regidores de representación proporcional”, cuyo número varía.

El partido tiene al menos dos mil regidores por el principio de representación proporcional.

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