Gastan 13 mil mdp en ‘cuidar’ edificios
SPF cuesta 1,500 mdp al año, pero es incapaz de dar seguridad a edificios públicos, por lo que Gobierno gasta 12 mil mdp en resguardarlos.
A nueve años de su creación, el SPF, órgano que depende de la Comisión Nacional de Seguridad, no resguarda ni los accesos de las oficinas centrales de la Secretaría de Gobernación pese al millonario presupuesto que se le destina cada año desde su surgimiento.
Elementos del Cuerpo de Seguridad Auxiliar y Urbana del Estado de México hacen dicha labor.
Tampoco cuidan las diferentes sedes de la PGR en la Ciudad de México, donde los vigilantes son integrantes de la Policía Bancaria de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina.
Los 13 mil 500 millones de pesos que se gastan al año para resguardar y controlar la entrada de empleados y visitantes a edificios federales son un presupuesto independiente a los de las Policías federal, estatales y municipales, así como a los del Ejército y la Marina, que también hacen labores de vigilancia en todo el País.
Con 4 mil 200 elementos, el SPF apenas resguarda 120 de los 17 mil edificios federales, ni siquiera el 1 por ciento.
El SPF fue creado en diciembre de 2008 –durante el sexenio de Felipe Calderón– como una corporación encargada de brindar seguridad en instalaciones federales y estratégicas mediante el pago de contraprestaciones.
El agrupamiento brinda servicios a la Presidencia de la República, a la Cancillería y a la Secretaría de Hacienda, así como en el perímetro de penales federales.
También vigila instalaciones de la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares y los terrenos de lo que será el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, entre otros sitios.
Para dar cobertura a todos los inmuebles federales, este organismo requeriría de una plantilla de entre 30 mil y 35 mil elementos, de acuerdo con Alfonso Ramón Bagur, titular del Servicio de Protección Federal.
"En este momento todos (los agentes) están ocupados, yo no puedo dejar de tener un elemento sin servicio", aseveró Bagur.
"Cuando inició el SPF había dos visiones, una es la de una institución reguladora de la seguridad de las instalaciones gubernamentales, y la otra de que Protección Federal tuviera una gran cantidad de elementos, no sé, 10 mil, 15 mil, 20 mil, los que fueran necesarios, para brindar el servicio.
"No me han dado más plazas, tenemos 4 mil 800 y no está mal, no nos quejamos, no queremos tener más por tener más. La tendencia en todo el mundo es que la seguridad en las instalaciones gubernamentales la dé la seguridad privada, no el Gobierno", señaló.
Los servicios del SPF, al igual que el que brindan Policías complementarias —como CUSAEM o Policía Bancaria— y empresas de seguridad privada, tienen un costo para la institución que los contrata.
Por ejemplo, el servicio de protección y seguridad intramuros y/o extramuros a instalaciones federales, prestado por un elemento, es de 819 pesos diarios, de acuerdo con la tarifa 2017.
"La capacidad se puede medir por dos medios, uno es la capacidad física con los elementos que tengo, que es la seguridad física, que una persona esté cuidando y protegiendo una instalación.
"Otra forma de medirlo es con lo que nuestro reglamento nos permite, que es generar recomendaciones a las instalaciones gubernamentales sobre la seguridad", señaló.
Bagur advirtió que entre las empresas que brindan el servicio de seguridad privada en instalaciones federales hay de todo.
Desde las que capacitan a su personal en "10 o 15 minutos" antes de ponerlo a controlar el acceso de una institución, dijo, hasta aquellas que tienen mucha calidad y hasta prestigio internacional.
Ven desinterés por mayor cobertura
Alejandro Desfassiaux, presidente del Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial (GMSI), consideró que por falta de voluntad política, el Servicio de Protección Federal no tiene una cobertura más amplia en el servicio de seguridad a instalaciones gubernamentales.
"Hoy su visión es una visión sana, es una institución que se pensó más que para hacernos la competencia al sector de seguridad privada, en su momento (Felipe) Calderón lo pensó, y lo sé de él, para generar una protección a instalaciones estratégicas del Gobierno federal.
"Esa fue la vocación del Servicio de Protección Federal. Yo creo que no ha habido la voluntad política en darle a la oportunidad de hacerlo (ampliar su cobertura), porque lo hace muy bien", señaló el especialista.
En entrevista, Desfassiaux señaló que a diferencia de otras Policías complementarias que resguardan edificios públicos, como la CUSAEM del Estado de México, el SPF se maneja de forma transparente y profesional.
"El Servicio (de Protección Federal) tiene la vocación y la idea de trabajar para dependencias federales y lo hace bien, ahora, qué es lo deseable, que todas las instalaciones de Gobierno, federales y estatales, fueran transparentes en sus licitaciones.
"Y lo hicieran a precios que permitieran ser competitivos, no abajo del precio de operación, con lo cual favorecen que las empresas patito sigan existiendo. Protección Federal es totalmente transparente en su manejo, es una competencia leal al sector formal de la seguridad privada", manifestó.
El experto afirmó que tanto las "patito" como las Policías complementarias de los estados, tipo PBI de la CDMX y CUSAEM del Edomex, representan una competencia desleal para el sector formal de la seguridad.
Desfassiaux calculó que un elemento de una empresa "patito" es ofertado entre 7 mil y 8 mil pesos al mes; el de una corporación complementaria entre 12 mil y 13 mil pesos; el de una empresa formal alrededor de 25 mil pesos; mientras que el del SPF unos 30 mil pesos.