El presidente Enrique Peña Nieto advirtió que, de cara a la elección del año próximo, México enfrenta una encrucijada y riesgos visibles de retroceso, por lo que llamó a mantener los cambios de su gobierno a fin de que el país se desarrolle plenamente en menos de dos décadas.
“La disyuntiva es muy clara: seguir construyendo para hacer de México una de las potencias mundiales del siglo XXI, o ceder a un modelo del pasado que ya ha fracasado. El futuro es incierto, pero sabemos adónde queremos llegar. El pasado es conocido y por eso sabemos qué queremos o qué debemos evitar”, afirmó.
En el mensaje con motivo de su quinto Informe de gobierno, el mandatario pidió no olvidar que la política es la única vía para concretar cambios positivos y llamó a reivindicarla como un instrumento de transformación al servicio de la sociedad.
“Hacer política implica no convertir las diferencias en divisiones; hacer política exige no confundir a los rivales con enemigos; hacer política significa sumar a todos en favor del interés general”, dijo.
También exhortó a la unidad y destacó que “estamos mejor que hace cinco años, ya que existen las bases para que en cinco años los logros continúen”. Entre los éxitos de su administración resaltó que las carencias de la población están en sus menores niveles y que el crecimiento económico es mayor al de sexenios anteriores.
Como parte de los pendientes mencionó la inseguridad, los derechos sociales, el nuevo modelo educativo, el despliegue económico, el empleo y la prosperidad.
El momento de mayor ovación por parte de los mil 400 invitados a Palacio Nacional, que se pusieron de pie, fue cuando el Presidente advirtió: “No aceptaremos nada contra nuestra dignidad como nación”, en alusión al muro que Donald Trump pretende construir en la frontera. Además, subrayó “un contexto internacional incierto (que) seguirá poniendo a prueba nuestra diplomacia y política comercial”.
El mandatario aseguró que la transformación emprendida seguirá adelante, “porque México no se detiene”, y dijo estar decidido a seguir poniendo lo mejor de sí para que así ocurra.
Señaló que pretende rendir buenas cuentas, pero también dejar una mejor nación, por lo que “los mexicanos continuaremos el cambio con rumbo” ya emprendido para que el país obtenga el bienestar buscado por tantos años.
“Haber llegado a ser lo que somos como país no es poco. Es mucho y así debemos dimensionarlo. Pero son todavía más las hazañas que México tiene por lograr”, apuntó.
Acudieron a la ceremonia 29 gobernadores —faltaron el perredista de Morelos, Graco Ramírez, el priista de Nayarit, Roberto Sandoval, y el panista de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis; este último debido a los estragos de la tormenta Lidia.
Ernesto Cordero fue el único panista que asistió; se sentó en un lugar de honor en su calidad de presidente de la Mesa Directiva del Senado, lo que no quiso la también panista Guadalupe Murguía como presidenta en San Lázaro.
En poco más de una hora, el Presidente habló de los cinco pilares en los que descansa su administración y, al referirse al alza en los índices delictivos de los últimos meses, recordó que buena parte de los homicidios no está vinculada con el crimen organizado, sino con delitos del fuero común que son responsabilidad de estados y municipios, por lo que calificó de imperativo atender la debilidad y los rezagos históricos en las policías locales.
Mencionó también que 2 millones de personas salieron de la pobreza extrema y consideró posible que “la extrema pueda ser totalmente combatida en menos de una década”.
En materia económica, indicó la reducción de la dependencia de los ingresos petroleros y que, por primera vez en casi 10 años, se registra superávit primario; enfatizó un crecimiento económico por encima de los pronósticos, con un desempeño que asciende a 2.1 por ciento, superior al promedio de 1.2 por ciento del sexenio anterior y 1.4 del previo.
CLAVES
GIRA POR CHINA
Ayer por la noche, Enrique Peña Nieto viajó a China para participar en un diálogo de economías emergentes y en un foro de negocios 4 y 5 de septiembre.
En Xiamen acude a la IX cumbre del foro que forman Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS), en la que México es país invitado.
El 6 de septiembre, el mandatario visitará a la compañía china Alibaba, en Hangzhou, líder en comercio electrónico y economía digital.