El gobernador, su familia, funcionarios y hasta el rector de la UAG tienen escoltas con cargo al erario.
Mientras la ciudadanía se encuentra inerme ante la ola de violencia que tiene en vilo a Guerrero, el Gobernador Héctor Astudillo, su familia, funcionarios de su gabinete, Alcaldes y diputados tienen asignados policías estatales como escoltas.
Más de 500 elementos de la Policía Estatal y Ministerial, 10 por ciento del total de los que hay en el Estado, están asignados a tareas de custodia en Guerrero, segunda entidad con mayor tasa de homicidio doloso del País.
En un informe de la Fiscalía del Estado, se indica que 228 de los mil 393 elementos de la Policía Ministerial, en vez de realizar sus tareas de investigación de delitos, fungen como guardaespaldas de funcionarios.
También ex gobernadores, ex procuradores y ex secretarios de seguridad pública gozan de protección oficial. Y es que durante el Gobierno de Zeferino Torreblanca se expidió un decreto que establece que a los ex gobernadores, ex procuradores de justicia y ex secretarios de seguridad pública se les asignarán policías ministeriales como escoltas.
Muy custodiado
La fuerza policial de la Secretaría de Seguridad Pública estatal es de 3 mil 937 elementos, pero de esos, 300 cumplen tareas de guardias de seguridad con el Gobernador, algunos de sus familiares y funcionarios, alcaldes y hasta el rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
En la residencia oficial de Casa Guerrero, están asignados 10 policías estatales y en la casa del Gobernador Astudillo hay una patrulla las 24 horas. Sólo en la seguridad personal de Astudillo, el Gobierno eroga 84 mil pesos al mes.