El Instituto Nacional de Antropología e Historia identificó en Morelos al menos 300 inmuebles dañados, incluidos los 11 monasterios históricos
Tlayacapan. La fachada del convento de esta población morelense resultó con grietas. Foto: Tomada de Twitter/@mcristina_gc
CIUDAD DE MÉXICO.
Las condiciones del patrimonio histórico y arqueológico de Morelos, uno de las cinco estados más afectados con el sismo del 19 de septiembre, “son críticas pero recuperables”, afirmó Isabel Campos Goenaga, titular del Centro INAH Morelos, donde se han identificado al menos 300 inmuebles dañados, incluidos los 11 monasterios de la Ruta de los Conventos, que forman parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1994.
El sismo fue muy fuerte en todo el estado, hemos detectado que la mayoría de monumentos tiene un nivel de afectación que puede variar entre pequeñas grietas, aplanados que se han caído, y son muy aparatosas, pero también daños estructurales, sobre todo en monumentos religiosos, donde hay problemas en campanarios; por el peso de las campanas y el tipo de temblor se cayeron las espadañas o algunas cúpulas, que cayeron todas o alguna se rompió el tambor y se insertaron en la bóveda”, señaló.
En el caso de los conventos reconocidos por la Unesco y que se dañaron, Campos dijo que “todos tienen afectación”. Se trata de un conjunto arquitectónico compartido con Puebla que incluye 11 edificios en territorio morelense: el de San Mateo Atlatlahucan, de La Asunción en Cuernavaca, Santo Domingo Hueyapan, Santo Domingo Oaxtepec, Santiago Apóstol Ocuituco, La Natividad en Tepoztlán, San Juan Bautista en Tetela del Volcán, San Guillermo Totolapan, San Juan Bautista en Yecapixtla, Santo Domingo Tlayacapan y La Inmaculada Concepción en Zacualpan de Amilpas.
Según la funcionaria, las afectaciones en los edificios religiosos “son muy aparatosas”, aunque pueden ser rescatados, “pero deben ser sometidos a la vista de los profesionales; a primera vista se ve que los campanarios se han caído, se ven grietas o en Tlayacapan, por ejemplo, se cayó un contrafuerte que está muy cerca del ábside y sin este contrafuerte ya no hay presión en los muros o algo que los ayude a que se mantengan juntos. Hay grietas en el techo de la nave, cae mucho material, se ve mucho polvo, tierra, da una sensación de que se puede caer todo y no, sólo hay que tener cuidado, todo es restaurable”.
En la Ciudad de México, cinco después del sismo de 7.1 grados, la cúpula de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero, se desplomó a pesar de que las autoridades descartaron esa posibilidad. A decir de Campos, en Morelos las condiciones son diferentes debido a que no se han presentado réplicas del sismo; sin embargo, dijo que las lluvias han apurado las labores de apuntalamiento preventivo sobre todo colocando lonas o sellando grietas como en el caso de la Catedral de Cuernavaca.
Ayer el presidente Enrique Peña Nieto visitó Tlayacapan. Ahí se comprometió a que ningún monumento será demolido, y explicó que en las próximas semanas la Secretaría de Cultura destinará recursos para preservar y reparar el patrimonio cultural. Como caso puntual afirmó “que el templo de San Juan Bautista (en Tlayacapan) se habrá de reparar”. De acuerdo con Raúl Delgado, titular de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, se requieren alrededor de mil 200 millones de pesos para llevar a cabo la recuperación del patrimonio en los estados afectados.
Campos agregó que en Cuernavaca resultó dañado el Palacio de Cortés. “Es la sede de trabajo del Centro INAH y ahí también está el Museo Regional. Estamos por iniciar el proceso de apuntalamiento; hubo una grieta en la fachada y en la torre, el reloj, que es de época posterior, resultó dañado. Es como si el temblor hubiera escupido las carátulas del reloj y se debe apuntalar, porque ahí hay peligro de que se caiga algo”.
El sismo también afectó la zona arqueológica de Teopanzolco, en Cuernavaca, y Xochicalco, Patrimonio de la Humanidad. “Ahí hubo grietas en alguna parte de la Acrópolis, desprendimientos en el área del Observatorio, pero a la pirámide de Quetzalcóatl no le pasó nada”. Campos dijo que a diario salen 20 brigadas de supervisión, compuestas por uno o dos arquitectos, un restaurador o un arquitecto y estudiantes que de manera voluntaria están colaborando para tener un dictamen definitivo de la situación antes del 3 de octubre próximo.