Día D: A ocho días de iniciar el viaje desde Houston para entregar víveres a las familias afectadas por el terremoto del 19 de septiembre, la misión llegó a buen término en la comunidad de La Mina, en Tezoyuca, municipio de Emiliano Zapata.
Después de cruzar medio país, finalmente llegaron a Tlatempa, Ocuilan, en el Estado de México, en los límites con Morelos.
Ahí fue el encuentro con El Sol de Cuernavaca para cumplir el cometido de acompañarlos y ser testigos de la entrega de víveres a las familias afectadas en Morelos, de acuerdo al encargo de los paisanos en Texas.
En caravana se inició el viaje hacia la comunidad La Mina, en Tezoyuca, Emiliano Zapata.
Al llegar a la mina de abajo, ingresamos al albergue y centro de acopio, en el auditorio del DIF, donde conviven 35 personas, integrantes de 13 familias, quienes vieron cómo sus casas fueron derrumbadas, rotas, debilitadas o de plano aplastadas por enormes rocas del cerro de tezontle.
Doña Felícitas aún se estremece al contar lo que vivió y es que recuerda la tragedia que pudo haberse vivido aquí. Hoy las familias están más unidas que nunca y todos se congregan en la entrada, en torno a una imagen de la Virgen de Guadalupe, que milagrosamente salió ilesa.
Adrián González, responsable de la caravana, habla con las mujeres y les dice qué les va a entregar. En este caso, sólo alimentos porque no hay niños pequeños.
Tras la entrega, se despiden de la gente para ir al otro campamento, 200 metros más arriba.
En ese momento, sin que nadie lo esperara, las mujeres y los menores presentes rompen en aplausos que emocionan y desconciertan a los integrantes de la ruta Houston – México.
Al llegar a la parte de arriba, hay un campamento mayor, realizado entre las derruidas casas y locales comerciales y el barranco que va a dar a la mina de tezontle.
Se ven dos grandes carpas. En una de ellas conviven padres e hijos haciendo tareas o leyendo. En la otra, funciona una especie de cocina, donde ya preparan tortas de papa para la comida.
La llegada de los tejanos y de los representantes de El Sol de Cuernavaca hace que fluyan las historias y se realice un recorrido por las viviendas más dañadas.
Tras la entrega de los víveres, las mujeres prepararon las lentejas y les pusieron su sazón.
Los integrantes de la ruta Houston-México se despidieron con la promesa de continuar en contacto para, en caso necesario, enviar más provisiones.
/FOTOS: FROYLÁN TRUJILLO