El ex presidente del PAN y hoy zar anticorrupción del partido añade en entrevista con EL UNIVERSAL que la renuncia de la ex primera dama no puso en crisis al PAN, ya que no desarticuló los cuerpos directivos ni desarregló la vida institucional.

Asegura que no pertenece a ningún grupo, ni al del ex presidente Felipe Calderón, a quien le reconoce lo que vale, ni al del presidente del partido, Ricardo Anaya.

Critica a los “rebeldes del PAN”, senadores enfrentados con la dirigencia de Ricardo Anaya, quienes no construyen y sólo se quedaron para afectar al partido.

¿Qué tanto golpea al PAN la salida de Margarita Zavala?

—No cabe duda que el partido sufrió un daño con esta decisión. Ninguna institución en la que miembros destacados deciden separarse queda igual a como estaba, hay un daño, ¿de qué tamaño es?, me parece que todavía es muy difícil medirlo en términos numéricos, me parece muy apresurado ese tipo de cálculos.

¿La salida puso en crisis al PAN?

—No, si entendemos por crisis que se desarticulan los cuerpos directivos, que se desarregla la vida institucional en su totalidad, no en absoluto, no hay nada de eso. Sí hay una conmoción, no se puede pensar que una persona de las últimas generaciones del PAN, con quienes has trabajado, de repente toma una decisión de este tipo.

Los ciudadanos que no tienen nada que ver con el PAN, te reclaman, “no se dividan, y no nos quiten la esperanza con un populismo desbordado como el de López Obrador”.

¿Qué opinión le merece el llamado grupo de “Los Rebeldes”?

—Me parece algo totalmente fuera [de lugar], incluso en los peores momentos del PAN y de rupturas muy fuertes que ha habido entre liderazgos y grupos, es una cosa inédita, inopinable, es algo que no es para nada constructivo. No quiero hacer descalificaciones, porque entonces me pondría en un terreno en el que no quiero estar, que es el de descalificar a las personas, el de tejer hipótesis truculentas y vengativas.

Es algo absolutamente inentendible. Si yo ya no estoy de acuerdo, me voy, eso es lo normal, pero no me quedo a reventar por dentro a la institución, ¿entonces a quién sirvo?, ¿de qué se trata?, no es para salvar la institución, es para romper a la institución. ¿Cuál es el propósito?, es algo muy extraño y los hechos futuros nos van a decir qué clase de proyecto político está detrás de todo esto.

¿Ricardo Anaya debió dejar la presidencia para evitar la fractura?

—Es un tema que se convirtió en el pleito, en el mazo con el que se está golpeando al presidente. Yo insisto: el presidente del partido aspiraba a la candidatura presidencial, no tenía por qué retirarse, lo que hay que hacer es respetar las normas, no saltarse las reglas, hacer lo que el estatuto ordena, hacer el trabajo del presidente y eso mismo lo puede proyectar a una posibilidad mayor.

¿Qué les está pasando a los militantes del PAN?

—Hay una radicalización de posturas, normalmente muchas personas pierden la prudencia y se van de frente y atacan con todo, recurriendo a argucias que finalmente no tienen sustento.

¿Hay autoritarismo en el PAN por parte de la dirigencia como se ha dicho?

—Todo esto son hipótesis falsas, construidas para justificar un discurso, ¿qué va a pasar con todos esos, si en un momento dado Ricardo Anaya no es el candidato ni acepta ser el candidato? Él lo que ha dicho en los cuerpos directivos es que el acuerdo primero entre los dirigentes era que no se aceptaba ningún veto a nadie, así que ese argumento de que ya estaba descartada Margarita no es cierto.

Dos, todos los que están ahí pueden tener la intención, pero todos están obligados a considerar que no pueden ser, ¿qué sucederá en medio de toda esta bataola que se ha armado en el PAN, si en un momento dado Ricardo Anaya no es el candidato y resulta que por la lectura, el proceso que se decida, resulta un candidato que no es ninguno de los que se ha nombrado, ni de los que andan en el pandero buscando la candidatura, que sale un candidato ciudadano?, todo este discurso, ¿en qué va a quedar?

Es un discurso falso, totalmente circunstancial y que simplemente le hizo daño a un proyecto político que tiene el potencial para sacar al país de una situación política.

¿Todavía puede ganar el Frente Ciudadano con la salida de Margarita Zavala?

—No tengo la menor duda de que el Frente conserva a plenitud, su potencial para constituirse como se ve en la fuerza mayor para competir en 2018. No digo que no le afecte, hay un daño relativo, en la medida que se fracciona el voto, el ganador es el PRI, pero el Frente conserva su potencial para ser el ganador de una corriente ciudadana que ofrezca un proyecto que evite la caída en el populismo desastroso o seguir con esta barbarie de corrupción en la que nos ha metido el PRI.

¿Qué va a pasar con los panistas que han declarado su apoyo a Margarita Zavala?

—Tendrán que enfrentar las normas del partido. Eso no es voluntarismo, las instituciones son así, tienen reglas: si yo me afilio a un partido sé de antemano que debo ser consecuente con los deberes que asumo al afiliarme a éste, y así como tengo derechos, tengo deberes, y el deber de todo militante es apoyar a los candidatos de su partido. No te gusta el candidato, entonces sepárate del partido.

¿Habrá un éxodo de panistas?

—Se va a dar, porque hay muchas personas que actualmente no se reconocen hoy en un contexto del PAN y prefieren un camino en solitario o con una candidatura como la de Margarita, nucleados dentro de ésta, o por espacios, si no salen [como] candidato se van a ir, ya lo empezaron a hacer.

¿Hay PAN para más años?

—Yo digo que Acción Nacional es una institución que ha probado, que ha pasado por crisis severas y ha salido adelante. Ahora veo una inquina feroz para destruir al PAN, cosa que no se había visto en muchos años, desde el tiempo del más horrible autoritarismo no se había visto un intento tan estructurado para destruir al PAN y los líderes del PAN.

No cabe duda que la regresión autoritaria está al día, con este gobierno tan corrupto.