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El jueves, audiencia de caso Tres Marías

 

Los 14 federales acusados de atacar un vehículo diplomático llevan 5 años en litigio. Familiares de los agentes piden la intervención del comisionado Manelich Castilla Cravioto.
 
A la izquierda, la camioneta en que viajaban agentes de la CIA y de Marina.

A la izquierda, la camioneta en que viajaban agentes de la CIA y de Marina. (Henry Romero/ Reuters)

La Procuraduría General de la República, en la gestión de Marisela Morales Ibáñez, presuntamente presionó a siete agentes de la Policía Federal para que realizaran declaraciones falsas contra igual número de compañeros, con el propósito de que los responsabilizaran del incidente ocurrido en las inmediaciones del poblado de Tres Marías, en Cuernavaca, Morelos. También les ofrecieron ser testigos protegidos.

El 24 de agosto de 2012 los 14 agentes federales —que actualmente permanecen detenidos sin recibir sentencia— buscaban a los secuestradores del ex director de Protocolo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Salvador Vidal Flores López, quien horas antes había sido plagiado y liberado por los delincuentes, tras percatarse que en el teléfono de su víctima tenía contactos de funcionarios de primer nivel del gobierno federal y de las fuerzas armadas.

En el kilómetro 50+500 de la carretera México-Cuernavaca, los federales confundieron a los tripulantes del vehículo Toyota Land Crucier modelo 2010, una camioneta blindada con placas diplomáticas BCM-242 expedidas por la Secretaría de Relaciones Exteriores, y les dispararon; los agentes de la CIA Garner Chese, Stan Boss y el elemento de la Secretaría de la Marina Fabián Molina Liera resultaron heridos.

MILENIO tuvo acceso a expedientes judiciales donde se menciona que siete de los 14 agentes acusados de disparar y que estaban en el Centro Federal de Arraigo fueron sacados para “presionarlos” con la intención de que declararan contra sus compañeros, contando una versión distinta.

Según los testimonios que obran en actuaciones judiciales, a los agentes les ofrecieron ser parte de un grupo de testigos protegidos con la promesa de recibir beneficios.

Uno de los federales señaló que la entonces subprocuradora de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR, Victoria Pacheco Jiménez, les advirtió que por no hablar, serían extraditados a Estados Unidos, y que los se quedaran en México purgarían penas de más de cien años.

En el expediente se detalla, por ejemplo, que a la única mujer detenida, la agente federal Ivonne Moreno Romero, la ex subprocuradora le dijo: “No te hagas pendeja, ya sabemos que tienen un testigo protegido (en referencia a Salvador Vidal Flores, quien había declarado a favor de los 14 agentes) …No te hagas pendeja, no te la comas sola, ya te pusieron, avienta los que tengas que aventar, avienta a los mandos”.

El próximo 26 de octubre se celebrará la última audiencia programada en este juicio, y se espera que en noviembre se dé el cierre de instrucción para dictar sentencia, tras cinco años de litigio.

El pasado 19 de septiembre los familiares de los 14 federales, así como sus abogados, se reunieron con el comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla Cravioto, en las instalaciones de la Comisión Nacional de Seguridad, para que intervenga en el asunto.

Luego de una hora de reunión, la plática se interrumpió por el sismo de magnitud 7.1 grados que azotó a Ciudad de México. Desde ese día, no se han vuelto a ver.

Ámbito: 
Nacional
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