El Instituto de Seguridad de las Construcciones de la Ciudad de México reveló que en 2015-2016 había 206 edificios con alto riesgo estructural

 

CIUDAD DE MÉXICO.

Antes del 19 de septiembre pasado, las autoridades capitalinas detectaron 260 mil edificios dañados, incluso desde 2012 advirtieron de 12 mil 714 edificios con riesgos, tan sólo en seis colonias.

Ayer, el Senado recibió un informe del Gobierno de la Ciudad de México, con datos hasta antes del sismo del 19 de septiembre, donde se observa que 534 edificaciones tienen fallas estructurales, seis mil 281 son de riesgo medio y cinco mil 899 de riesgo menor.

Para atender la revisión de los 260 mil inmuebles que necesitan evaluación se requieren 208 millones de pesos.

Elaborado por el Instituto de Seguridad de las Construcciones, el informe precisa que en 2015 y 2016 dictaminó en la ciudad un total de 535 inmuebles; de ellos 206 son de alto riesgo; 109 requieren  mantenimiento y 220 “diversas respuestas”.

En la revisión a la unidad Nonoalco Tlatelolco, advirtió que tiene “desplomes por arriba de los límites de servicio permitidos, además de tener las celdas de cimentación inundadas”.

Sabían de anomalías
en edificios nuevos

El gobierno de la Ciudad de México informó al Congreso de la Unión que desde 2016 sabía de anomalías en las edificaciones nuevas de la capital del país; que antes del sismo del 19 de septiembre, detectó que 260 mil edificios requerían atención, y le reveló que desde el año 2012 encontró 12 mil 714 edificios con riesgos en seis colonias, de ellos 534 con fallas estructurales, seis mil 281 con riesgo medio y cinco mil 899 con riesgo menor.

Elaborado por el Instituto de Seguridad de las Construcciones en el Ciudad de México (ISC), el informe fue solicitado por la senadora del PRI, Verónica Martínez, desde julio, pero se aprobó en agosto y lo recibió ayer el Senado.

El reporte entregado a los legisladores muestra que se han realizado revisiones de diversas Unidades Habitacionales; sin embargo, en el listado no aparece el Multifamiliar de Tlalpan, que el 19 de septiembre vio caer uno de sus edificios.

Presentado como respuesta a una petición expresa de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, para conocer el número de edificios que presentan riesgos para sus habitantes, el reporte dice que para atender la revisión de los 260 mil inmuebles que necesitan evaluación se requieren 208 millones de pesos.

Denominado Modelo para Prevenir Riesgos de Colapsos Masivos ante la Presencia de Movimientos Telúricos de Gran Magnitud, el documento revela que “en años recientes se detectó, a través de estudios de investigación por instituciones de gran prestigio, que diversos proyectos estructurales de nuevas edificaciones presentaban errores en los cálculos, así como anomalías, omisiones y malas interpretaciones en la aplicación del Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal y sus Normas Técnicas Complementarias, confirmando la necesidad de crear un mecanismo de control que indicara las deficiencias al aplicar la normatividad y realizar la corrección respectiva”.

Sin embargo, el reporte no detalla las acciones realizadas para corregir esas anomalías detectadas, ni si se solicitó la aplicación de multas o sanciones administrativas por estas irregularidades.

Informa que en 2015 y 2016 dictaminó en la Ciudad de México un total de 535 inmuebles; de ellos 206 son de alto riesgo; 109 requieren mantenimiento y 220 “diversas respuestas”.

“Es importante aclarar que la totalidad de las viviendas en Alto Riesgo Estructural están dentro del programa de expropiación, que busca eliminar su condición actual”, precisa.

También informa los Resultados del Análisis Preliminar de Vulnerabilidad Estructural Realizado por la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE), aplicado a 12 mil 700 inmuebles en seis colonias: Roma, Moctezuma, Doctores, Obrera, Juárez y Tabacalera; de ellos 200 son escuelas primarias y secundarias; 82 jardines de niños; 108 bachilleratos y licenciatura; 139 hospitales y centros de salud y 12 mil 185 edificaciones en general.

El reporte aclara que se realizó antes de los sismos de septiembre y explica que se basa, principalmente, en los riesgos de un sismo que se origine en la placa marítima del sur del país, ya que desde ahí se registran los epicentros de los sismos más dañinos para la Ciudad de México.

Una de las revisiones que hizo de manera especial fue a las Unidades Habitacionales Lindavista Vallejo y SCT Vallejo; Amado Nervo, Zacatenco, Tenochtitlán, Nueva Tenochtitlán; Transportistas; Jardines Ceylán y la Nonoalco Tlatelolco.

“De esta última presentamos una planta general en la cual se muestran en rojo los edificios en Alto Riesgo Estructural, por tener desplomes por arriba de los límites de servicio permitidos en el RCDF-2016, además de tener las celdas de cimentación inundadas”; y en el plano se observan 16 zonas horizontales y tres pequeños cuadros rodeados en rojo; es decir, 19 inmuebles.