La DEA tiene en la mira a la “extensa red” que el cártel Guerreros Unidos tejió en los últimos años para transportar y distribuir heroína en las ciudades de Chicago, Los Ángeles, Phoenix, Atlanta, Pittsburgh, Indiana y Nueva Jersey, en Estados Unidos.
La Administración para el Control de Drogas, a cargo de Chuck Rosenberg, manifestó en el más reciente informe, su preocupación por la acelerada expansión en aquel país del mencionado grupo criminal, una de las escisiones de la violenta banda de los Beltrán Leyva.
La agencia antidrogas destaca que el grupo criminal, fundado en 2011 por Sidronio Casarrubias Salgado y sus hermanos, mantiene su operación en la principales rutas de trasiego de heroína, una droga cuya producción en México se triplicó entre 2013 y 2016.
Para el gobierno estadounidense, Guerreros Unidos se ha convertido en una organización criminal transnacional con “crecimiento preocupante”, que ha establecido, junto con otros cárteles, rutas de traslado de heroína en Pittsburgh, a través de camiones de pasajeros.
“Informes indican que Nueva Jersey sirve como punto de transbordo para la heroína y para envíos de fentanilo procedentes de México y destinados a mercados de consumo en Pittsburgh”, destaca.
La dependencia antidrogas asegura que el cártel, que libra una férrea batalla con Los Rojos, en Guerrero, mantiene su área de influencia en varios municipios de esa entidad, Morelos y Estado de México, que utiliza para el tráfico de drogas hacia la Unión Americana y, además, para secuestrar y extorsionar.
La DEA señala que aunque su presencia en México no es tan amplia como la de otros grupos, como el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, las áreas donde tienen presencia “son estratégicas porque están situadas en reconocidas rutas de [tráfico] de heroína.
“Guerreros Unidos mantiene una red extensa en Estados Unidos para el transporte y distribución de drogas ilícitas, principalmente heroína, a través de estados del sur, oeste, y este”, asegura.
Recordó que el cártel surgió como un grupo criminal independiente en 2011, luego de sostener disputas dentro de la organización de los Beltrán Leyva, cuyos líderes, los hermanos Arturo, Alfredo, Carlos y Héctor han sido asesinados o arrestados por las Fuerzas Armadas.