La propuesta de extinguir los organismos electorales locales como el corolario de la reforma constitucional de 2014 que transfirió la mayor parte de las facultades de vigilancia y organización de las elecciones al Instituto Nacional Electoral (INE) volvió a tomar forma en la instalación del Consejo Local Morelos del organismo comicial federal cuando el representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Rubén Cifuentes Carrillo, afirmó que el tricolor iría nuevamente por la desaparición de los organismos públicos locales electorales (OPLEs) porque generan confusión en materia electoral y un gasto mayor en los procesos electorales.
No se trata de una propuesta nueva, previo a la reforma de 2014, la discusión sobre mantener el sistema anterior, con organismos electorales fuertes en los estados, o desaparecer éstos para integrar una autoridad nacional mucho más fuerte, fue resuelta con un sistema intermedio en que se contaría con elecciones dirigidas por el INE, y en las que los organismos locales fueran encargados de sólo una parte de la organización, ya sin las facultades, por ejemplo, de fiscalización, que les fortalecían ante los partidos políticos.
El esquema funcionó a pesar de la confusión que por momentos propició en el proceso electoral de 2015. En Morelos, el vocal ejecutivo del INE, Pablo Sergio Aispuro, y el Consejo Electoral del Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac), encabezado por Ana Isabel León Trueba, han reconocido en diversos foros que la primera experiencia de trabajo combinado entre la autoridad local y la nacional, resultó en fricciones derivadas principalmente de la implementación de un nuevo sistema electoral.
En el proceso de 2018, el INE organizará, junto con organismos locales, la que se ha llamado la elección más grande de la historia, pues se disputarán tres mil 326 cargos de elección popular: la presidencia de la República, 128 senadurías, 500 diputaciones federales, nueve gubernaturas (Morelos, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Chiapas) y dos mil 688 cargos en elecciones locales.
En Morelos, las autoridades locales electorales han enfrentado reducciones drásticas a sus presupuestos de operación que las han llevado incluso a presentar juicios electorales para demandar ampliaciones que les permitan operar con los requisitos mínimos para ello. Pese a esto, la falta de una garantía sobre la dotación presupuestal se ha vuelto un medio de control o por lo menos una limitante a la acción que podrían tener los órganos electorales locales, según han reconocido sus consejeros.
La propuesta del PRI anunciada en la sesión de instalación del Consejo Local Morelos del INE, se funda en la idea de que la existencia de los organismos públicos locales electorales, administrativos y jurisdiccionales, significan un gasto excesivo de recursos y contribuyen a la falta de claridad en el mando y la organización del sistema mexicano de elecciones. La idea se alinea con la propuesta de Juan Carlos Ugalde, quien fuera consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), en el sentido de centralizar el sistema “para asignar responsabilidades claras y reducir los costos de organizar elecciones”; y contrasta con la que domina al INE en esta administración, en el sentido de la urgencia de fortalecer a los organismos locales electorales en materia operativa y presupuestal.
La discusión, sin embargo, tendrá que aplazarse hasta el 2019, porque los tiempos para una reforma electoral local y federal han pasado desde mayo de este año, lo que vuelve imposible la discusión de estos temas, que le corresponderá a la próxima legislatura.