Usuarios de las cajas de seguridad de la empresa First National Security, que está intervenida desde hace más de un mes por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), no cuentan con contrato de arrendamiento ni seguro.
Desde 2012, la firma de seguridad no entregaba contratos de arrendamiento a sus clientes, únicamente comprobantes de pago que acreditaban el uso del servicio; además, usuarios entrevistados por MILENIO aseguraron que no tenían un seguro que respaldara sus propiedades en caso de emergencia o desastre.
Respecto al servicio de cajas de seguridad, el titular de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Jaime González, reconoció en entrevista radiofónica que no está regulado en México, ya que se trata de una actividad comercial como la renta de bodegas.
SOLO EL RESGUARDO
De acuerdo con los contratos a los que tuvo acceso MILENIO, la firma solo garantizaba el resguardo de las cajas de seguridad, pero no se hacía responsable del efectivo, valores, documentos y demás bienes guardados en su interior.
La cláusula tercera del contrato de arrendamiento establece que “FNS se obliga a emplear la diligencia necesaria para mantener la integridad de la caja arrendada, y permitir el acceso a ella en los días y horas y bajo requisitos que se señalen en el ‘reglamento’ mencionado, pero no es responsable de efectivo, valores, documentos o cualquier otro bien guardado en ella”.
La cláusula segunda estipula que “el arrendatario se obliga a destinar a la caja arrendada únicamente para la guarda de efectivo, valores y documentos”; mientras que en la undécima se establecen los casos de suspensión del contrato como es la falta de pago de la renta de la bóveda.
Para esta medida, FNS contemplaba: “Proceder ante un Fedatario Público a la apertura y desocupación de la caja correspondiente, para lo cual acudirá al técnico de herrajes de alta seguridad y dos empleados o testigos para desocupar la caja de seguridad, levantado un inventario de su contenido, mismos que se depositarán en un sobre o costal o caja lacrada, con la firma y sello del fedatario que intervino en la diligencia. Hecho lo anterior, FNS será responsable de la custodia de los objetos encontrados en un término de sesenta días naturales y vencido el plazo los venderá”.
En la cláusula siguiente se establece que de realizarse la diligencia anterior y encontrar “sustancias químicas, estupefacientes, armas de fuegos psicotrópicos o cualquier otro objeto buscado por la ley. ‘Las partes’ hacen el acuerdo de que FNS dará aviso a las autoridades competentes a quienes les entregarán los bienes de que se trata en presencia del mismo fedatario y como parte de la misma acta que se levante de la diligencia de la apertura de la caja de seguridad.
Usuarios consultados comentaron que a pesar de que era un edificio inteligente, que había sido remodelado en septiembre, la firma no contaba con un seguro que respaldara sus propiedades en caso de emergencia o algún desastre.
“No sé si fue por las prisas, o porque uno no piensa en eso, pero hasta este momento, leyendo a detalle el contrato, me doy cuenta de que ni aseguradas estaban nuestras pertenencias. Es increíble, porque uno no piensa que vayan a pasar estas cosas”, detalló una afectada que prefirió omitir su nombre.
Algunos usuarios aseguraron que desde hace cinco años la empresa no les daba contratos, únicamente renovaban la renta de las cajas de seguridad, para lo que les entregaban un talón de pago.
En las facturas se observa en el lado superior izquierdo el logo de la empresa, abajo su razón social, FNS911002621, y el permiso de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público 102-E-367-DGBM-III-A-2424 “Régimen general de personas morales”.
“A pesar de que cada año teníamos que venir a hacer nuestro pago de la renta, muchos minimizamos el hecho de que no nos dieran contratos en cada renovación. Afortunadamente las autoridades nos hacen valer las facturas o recibos de pago para acreditar nuestra caja, si no esto sería un caos, porque muchos ya no tenemos los contratos de los últimos cinco años”, comentó.
Este miércoles continuaron las entregas de bienes a los usuarios afectados. A cada uno les dieron sus pertenencias en dos bolsas selladas y etiquetadas con un inventario de lo que había en la caja, mientras eran filmados, lo que causó malestar.
En caso de reclamación, el personal de la Seido mostraba un video donde se observa el momento en el que se abrió la caja y cómo se fue sacando cada objeto, posteriormente se sellaba y se ingresaba en las bolsas etiquetadas.
SIN REGULACIÓN
En entrevista con Denise Maerker en Radio Fórmula, Jaime González precisó que como sucede con la renta de bodegas se trata de actividades comerciales que salen de la competencia de este organismo.
El titular de la CNBV explicó que los bancos, además de las operaciones “típicas”, tienen la posibilidad de ofrecer otro tipo de servicios contemplados en la ley de instituciones de crédito, como el de las cajas de seguridad, “que no necesariamente están relacionados con lo que regula la CNBV”.
“Nosotros regulamos principalmente la parte prudencial de los bancos para que estén en una situación de capital fuerte para hacer frente a los partidos que tienen que hacer con sus depositantes, no necesariamente estas otras actividades a las que sí tienen derecho”, manifestó.
Dijo que en la circular única de bancos, la comisión establece ciertas premisas para poder establecer servicios como las cajas de seguridad, entre ellas las responsabilidades del cliente y el banco.
Sobre otro tipo de empresas que prestan este servicio, González reconoció que no están reguladas: “Es como las bodegas en las que puedes guardar cosas, son un actividad comercial que no necesariamente está regulada; los bancos se regulan no porque nos preocupen estas instituciones, sino porque nos preocupa el usuario”.