Familias del municipio de Morelos aún padecen secuelas del sismo; pernoctan en la calle, en carpas de plástico
Las familias afectadas por el sismo del pasado 19 de septiembre visten y comen lo que la gente les regala. A dos meses sólo queda la esperanza de la reconstrucción y el recuerdo de los seres queridos.
JOJUTLA, Mor.
Jojutla, que significa lugar donde abunda el azul cielo, ahora se ha convertido en la ciudad entre los escombros, a dos meses la reconstrucción apenas inicia y se espera que en este municipio de clima caluroso la Navidad sea la más triste de su historia reciente.
En la colonia Emiliano Zapata del municipio, una de las zonas más golpeadas por el terremoto del 19 de septiembre, las familias todavía padecen las secuelas del sismo.
A dos meses del sismo los integrantes de la familia todavía duermen en la calle, adentro de carpas de plástico que fundaciones les donaron.
Visten y comen lo que la gente les regala.
A dos meses sólo queda la esperanza de la reconstrucción y el recuerdo de sus seres queridos. Como Victorina, la mujer de 62 años de edad, que murió aplastada por una casa y cuyo cuerpo fue velado en plena calle el 20 de septiembre.
María Luisa Ávila Rodríguez, hermana de Victorina, recuerda cada detalle del sismo.
“Salgo corriendo hacia la calle, al salir a la calle veo a mi otra hermana, estaba sangrando aquí en la calle porque ya estaba aquí, íbamos a vender unos dulcecitos, y le cayó la losa de arriba, entonces le lastimó su brazo y su cabeza, yo no me fijé en ese instante, sino que me metí de rápido porque les pregunté ¿y Victorina?, y me dicen que no estaba”, recuerda.
Conforme pasaron los minutos, la familia de Victorina descubrió que su cuerpo se encontraba debajo de los escombros de una casa que se vino abajo.
“Yo regreso de inmediato corriendo hacia adentro, empezamos a sacar mas escombro, pero en ese instante ya había llegado su hijo y todos los jóvenes, unos jóvenes que se arrimaron a auxiliarnos y gracias a Dios pudieron sacar a ellos y seguimos en la búsqueda de mi hermana que ella quedó bajo los escombros de la losa de arriba”, contó.
Como en el resto de los casos, la ausencia de autoridades tras la tragedia obligó a amigos y vecinos de la familia Ávila Rodríguez a rescatar a Victorina por sus propios medios.
El cuerpo de Victorina fue velado en plena vía pública pues en la manzana donde estaba su casa prácticamente todas colapsaron, al igual que la capilla de la Colonia, por lo que la familia apenas pudo conseguir unas carpas para cubrir del sol el ataúd de la mujer de 62 años de edad.
“¿Cuál fue el impacto mío? Que todo derrumbado, las casas, le digo ay Dios mío, gente quedó atrapada, mi cuñada quedó atrapada, una vecina en la esquina, igual una señora y una bebé, aquí igual una señora, la capilla, no había nada ya de capilla, ni las casas de enfrente, estuvo feo, yo pensé aquí vamos a morir todos, porque de veras que nunca nos había pasado esto y yo pensaba en los niños que estaban en la escuela, otros en el kínder”, recuerda Ernestina Valentín, cuñada de Victorina.
A casi dos meses del sismo, la familia Ávila Rodríguez enfrenta los estragos de vivir en la calle, adentro de carpas de plástico donadas, algunos de ellos tiene enfermedades que el polvo y el clima ha provocado en los habitantes de la colonia Emiliano Zapata.
“Hemos estado bien malos de la tos, a mi hija le quería dar bronconeumonía, antier estuvo internada en el hospital, le resultó una bola de tanto toser, no se le pude calmar el dolor, pero dicen que desde que empezó por esto de la polvadera y como tardaron en venir a limpiar después, eso fue lo que fue afectando a ella”, contó Ernestina.
Este mes arranca la entrega de los recursos económicos a los damnificados, sin embargo, para ellos los 120 mil pesos que les prometieron como apoyo no serán suficientes para reconstruir sus casas, por lo que en muchos casos las familias han decidido vender sus terrenos y abandonar Jojutla.
Para muchas familias, agregó Ernestina, la de este año será una triste Navidad.