En una ceremonia de menos de 8 minutos y tras asegurar: “hoy es un hermoso día”, el Presidente Enrique Peña hizo oficial la renuncia a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de José Antonio Meade, a quien le reconoció que ha demostrado ser un “hombre de bien, con vocación de servicio y un profundo amor por México.
“Le agradezco su dedicación, su entrega y su compromiso. Le deseo el mayor de los éxitos en el proyecto que ha decidido emprender”, dijo el primer mandatario en el Salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos.
Allí comenzó la liturgia tricolor del destape, pero esta vez con un hombre que no es militante del partido. El último ritual que llevó a cabo un Presidente priista para dar a conocer al candidato presidencial ocurrió el 28 de noviembre de 1993, con Luis Donaldo Colosio, quien cuatro meses más tarde fue asesinado en Lomas Taurinas, Tijuana.
Ayer, 24 años después, Meade Kuribreña se colocó del lado derecho de Peña Nieto mientras era despedido del gabinete presidencial en el que ocupó tres secretarías de Estado. En primera fila se encontraban Dionisio Meade, padre del eventual candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República; sus hermanos Juan Pedro, Pablo y Lorenzo; su esposa Juana Cuevas, y sus hijos Dionisio, José Ángel y Magdalena.
Emocionada, la cónyuge del exfuncionario federal expresó que Meade “es la mejor persona para sacar adelante a México”, y lo calificó como un hombre comprometido y trabajador.
“Todos estamos listos y muy contentos para apoyar a José Antonio, quien lleva 20 años en el sector público, comprometido y trabajando, y así va a seguir echándole todas las ganas”, expresó Cuevas, economista egresada del ITAM.
El exsecretario de Hacienda abandonó el salón apresuradamente. Apenas respondió a la pregunta de qué viene para él: “Cosas buenas “, sostuvo.
Unos minutos después ya estaba en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, donde dijo abiertamente que buscaría ser candidato del PRI a la Presidencia de México. En ese instante, comenzó su recorrido —en su automóvil Honda gris— por los tres sectores y cuatro organizaciones del tricolor.
Los primeros en recibirlo fueron los integrantes de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Eran cerca de las 13:00 horas cuando el exfuncionario federal llegó a las oficinas de Vallarta 8, donde fue recibido con porras de “Vamos a ganar”, “CTM con el PRI” y “Meade, Meade”.
“Es un día de fiesta. Tenemos la oportunidad de recibir a quien desde hoy ha sido el candidato de la esperanza. Sabemos que en sus manos el PRI tendrá otra dimensión, no como un referente, sino como un organismo nacional que en 2018 va a ganar la presidencia de la República”, dijo Carlos Aceves, líder de la CTM.
Meade Kuribreña, quien lleva 20 años en el sector público, sonreía y agradecía cada porra de apoyo que le gritaban. Para entonces, cambió su corbata rosa con la que empezó su día por una roja y, después, de plano abandonó la sobriedad y hasta se subió las mangas de la camisa.
Posteriormente se trasladó a la Confederación Nacional Campesina (CNC), ubicada en la colonia Santa María la Ribera, donde fue recibido no sólo con matracas, sino bajo los acordes del mariachi.
Al bajar de su automóvil, el exsecretario fue interceptado por dos jóvenes, quienes le pidieron fotografiarse a su lado. Él no dudó, se paró y dejó que le tomarán las instantáneas.
“Te queremos decir que el apoyo lo hacemos convencidos por tus destacadas cualidades humanas, profesionales y políticas. Lo hacemos porque queremos lo mejor para nuestros hijos, por eso respaldaremos a José Antonio Meade”, expresó Ismael Hernández Deras, dirigente de la CNC.
Frente a un monumento de Emiliano Zapata, el también senador priista pidió la unidad del tricolor.
Por la tarde, el aspirante presidencial se dirigió a la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), donde fue recibido por legisladores federales,
por el dirigente nacional, Enrique Ochoa, y por el líder cenopista, Arturo Zamora. En este encuentro, Meade pidió respaldo a los integrantes que lo apoyarán en sus aspiraciones para ser candidato presidencial por el PRI: “Háganme suyo”.
El último punto de su recorrido fue en el Auditorio Heriberto Jara de la sede nacional tricolor. Allí se encontró con los dirigentes del Movimiento Territorial, Lorena Martínez; del Organismo Nacional de Mujeres Priistas, Hilda Flores Escalera, y de la Red de Jóvenes por México, Pablo Guillermo Angulo Briseño.
“Sigue Kuribreña después de Peña”, gritaron a Meade, quien durante su discurso se comprometió con las mujeres a promover la equidad de género; con los jóvenes a mejorar las oportunidades educativas; y con la organización territorial a defender los intereses de las ciudades en el país.
Así, después de una jornada de más de 10 horas y ya en el Salón Adolfo Reyes completamente abarrotado, el precandidato entregó a la plana mayor del PRI su carta de intención para participar en el proceso interno ya planchado y que aprobarán los más de 19 mil delegados tricolores el 18 de febrero próximo.