México mantendrá su perspectiva de estabilidad en 2018 incluso si el Tratado de Libre Comercio se cancela o si Andrés Manuel López Obrador, que ahora lidera las encuestas, ganara las elecciones.
La calificadora Standard & Poor’s (S&P), en conferencia telefónica celebrada en Nueva York, dijo que mantendrá “estable” su calificación sobre la deuda soberana de México (BBB+) de acuerdo con su escenario base.
“Tenemos una perspectiva estable de México pese a las amenazas que aparecen todos los días acerca de los potenciales cambios del TLC, y de otros factores que pudieran afectar el comercio o la inversión extranjera”, afirmó Joydeep Mukherji, director gerente de calificaciones soberanas de S&P.
Descartó que un eventual triunfo de AMLO en las elecciones provocaría cambios profundos en los fundamentos financieros de México. “Los pilares fundamentales que mantienen la calificación en México continuarían sin importar quién gane las elecciones. El Banco de México seguiría autónomo y continuaría la tasa de cambio flexible y la creíble política monetaria”.
Desde 1994 el Banco de México es autónomo junto con la libertad cambiaria. En esta administración se fortaleció la política monetaria aplicada desde el gobierno de Felipe Calderón, y se estableció como meta reducir el déficit en las finanzas públicas y cerrar con superávit, como se estableció en la Ley de Ingresos 2018. En los últimos 31 trimestres la economía nacional mantuvo su crecimiento.
Hay que recordar que S&P revisó a estable de negativa la perspectivas de la calificación de México el 18 de julio pasado, como reflejo de un riesgo cada vez menor de empeoramiento en la deuda pública, y de la “rápida reacción” para estabilizar la economía “tras las preocupaciones respecto de perder acceso al mercado estadunidense después de la elección de Donald Trump”.
En esa ocasión destacó que el gobierno mexicano contuvo el gasto público y ejerció una política fiscal para estabilizar la deuda. Además, el Banco de México respondió de “manera oportuna” a las presiones inflacionarias por la depreciación del peso y elevó las tasas de interés, con la perspectiva de que en 2018 la tendencia inflacionaria sea de un 3 por ciento anual.
Mukherji dijo que se mantendrá estable la calificación soberana de México por el hecho de que la relación comercial, de las cadenas productivas y de los flujos de inversión en América del Norte continuaría, al menos durante el próximo año, incluso si el TLC es desmantelado.
“Nuestro escenario es que si el TLC es renegociado pronto o si las negociaciones se extienden, o incluso si el tratado es cancelado y no es remplazado por otro acuerdo, esperamos que esta relación se mantenga”, apuntó.
En caso de que la relación entre cadenas productivas, comercio e inversión sea alterada, “el escenario base de S&P cambiaría, lo que llevaría a una revisión de la perspectiva de México. Ese escenario no es el más probable. Una renegociación del TLC significa que habrá cambios, pero no creemos que signifiquen un descarrilamiento potencial para la cadena (productiva) o que tendrían un impacto sustancial en las calificaciones soberanas”, precisó.
Diego Ocampo, analista de calificaciones corporativas de S&P, apuntó que una posible cancelación del TLC tendría un efecto retardado en la economía de México.
Los primeros afectados serían los consumidores, que se verían privados de una menor gama de productos, en tanto que la industria automotriz sentiría el efecto de un potencial final del TLC hasta después de un año de la terminación de este acuerdo.
“Existe poca capacidad instalada disponible en Estados Unidos como para transferir la producción de México, y hay contratos firmados por lo que los cambios de producción tomarían tiempo, al menos hasta que expiren tales contratos”, puntualizó Ocampo.