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LA CRÓNICA DE HOY: Ignora protocolos el 75% que renta minibodegas

Al respetar la normatividad, las bodegas miniatura (mayores pero de operación similar a las cajas de seguridad de Cancún) rechazan 10% de potenciales clientes que se niegan a identificarse

Ignora protocolos el 75% que renta minibodegas | La Crónica de Hoy
Las cajas de seguridad son usadas principalmente por gente que vive en departamentos y no tiene lugar para guardar cosas que no le caben.

El 75 por ciento de las empresas dedicadas a rentar minibodegas en el país opera al margen de protocolos de seguridad y detección de actividades criminales, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Auto Almacenaje (Amdaac).

Estos lineamientos han sido impulsados por instancias como la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Economía y avalados por la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).   

 

El esquema de protección incluye cámaras de videovigilancia en accesos y pasillos para detectar el movimiento de mercancías; armado de expedientes completos de los clientes, con datos de identificación, domicilio y huellas dactilares; uso de un sistema de validación de documentos personales, el cual incluye un dispositivo para detectar credenciales falsas.

Además, firma de contratos de arrendamiento; expedición de facturas y cobro vía tarjetas de crédito; implementación periódica de operativos caninos para rastrear narcóticos, dinero y armas en las sucursales y el registro fotográfico de las placas de vehículos involucrados en el depósito.

“El reto es evitar una renta convencional, en la que se da una fianza y un fiador y ya no interesa quién es el cliente, saber quién usará el espacio que estamos rentando y tener la certeza de que es una persona honrada”, señaló en entrevista con Crónica Miguel Bosh, presidente de la Amdaac, constituida en 2013 y la cual agrupa a 13 empresas del ramo.

“No es un protocolo a prueba de balas, nosotros no diseñamos las leyes. No contamos cada cosa, pero si el cliente nos dice voy a guardar tal objeto debe haber cierta lógica; sí queremos conocer su  perfil, por si hace algo deshonesto dirigirlo a las autoridades”.

Crónica reveló hace unos días el boom de empresas dedicadas a la renta de bodegas entre vacíos legales, sin supervisión y vulnerables al ocultamiento de bienes ilegales y blanqueo de recursos de procedencia ilícita. Mediante un usuario simulado se comprobó la aceptación de prestanombres y documentos falsos, así como el descontrol sobre los objetos resguardados y la presentación de permisos anómalos.

Aun en la Ciudad de México, con mejores controles administrativos, al menos el 50 por ciento de estos giros comerciales funcionan de manera irregular.

—¿Son empresas patito? –se preguntó a Bosh.

—No queremos desacreditarlas con calificativos, pero no se ajustan a las mejores prácticas y a los procesos de verificación alentados al interior de la Asociación.

El negocio del autoalmacenaje, como otros en México, se volvió susceptible a ser filtrado por la delincuencia. De ahí la necesidad de los empresarios organizados por acercarse a dependencias oficiales. La Procuraduría de la CDMX fue indiferente, pero la PGR aceptó convenir algunas medidas de defensa ante riesgos contemplados en las leyes contra el lavado de dinero y la extinción de dominio.

“Hemos tenido que autoregularnos, porque esto no existía. Hay un Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (Conocer), que es un organismo público que capacita a la gente y da títulos de diferentes profesiones u oficios, con ellos se hizo un estándar para administradores de minibodegas y con ese nos estamos certificando”, refirió Bosh.

“El Instituto de Administradores de Inmuebles nos invitó un día a un Congreso al cual asistió el Fiscal de extinción de dominio de la PGR y el primer juez en esa materia, y ahí dijimos: hay una serie de leyes muy complejas y queremos estar en orden con las normas relacionadas con lavado de dinero, extinción de dominio y derecho a la información, el problema es que ninguna nos detalla qué debemos hacer y las autoridades solo nos dicen: si colaboras con el crimen te voy a tronar. ¿Qué es colaborar? No hay definición, y lo que hicimos es ajustarnos al estándar de Conocer”.

ZOPILOTES. Según la Amdaac, hasta el 10 por ciento de las personadas interesadas en rentar una bodega son rechazadas durante el proceso de contratación, tras detectarse irregularidades o riesgos en sus perfiles personales. En algunos de los casos, se trata de autodescartes.

“Hace algunos meses descubrimos que una banda organizada pretendía filtrar el mercado. Iba con una empresa u otra buscando rentar espacios, pero era muy peculiar su forma de acercarse y preguntar sobre la operación de las minibodegas. Así que compartimos la información con todos los socios y cerramos las puertas”, contó Diego Ysita, también directivo de la Asociación.

—¿Lo de la PGR no es una especie de charolazo? —se le preguntó.

—No, la idea es que las autoridades emitan recomendaciones para que nuestras instalaciones no se presten a facilitar actividades delictivas. La Procuraduría local no nos peló. Y la PGR nos dijo: ten a tus clientes vigilados con cámaras en los pasillos, para ver qué movimiento de mercancía tienen, no puedes checar cada caja, pero sí tener un control.

—En la investigación de Crónica fue fácil vulnerar los protocolos de seguridad…

—A nivel institucional estamos atacando este tipo de cosas, estamos asegurándonos, mejorando las formas de capacitar a nuestros empleados… La idea es facilitarle el proceso a mi cliente, hacérselo amigable, pero eso no quiere decir que omita sistemas internos de validación, de control, pero los hago tras bambalinas, no con el cliente en el mostrador. En Estados Unidos se basan en la confianza, que no significa ser ingenuos. La recomendación es mostrar cámaras, perros, vigilancia, huellas digitales…

—Pero en la realidad no se vieron…

—Podemos enseñar expedientes. Es muy diferente una contratación amigable a que no haya protocolos internos de verificación. En la AMPI hay una lista negra de clientes, y nos ajustamos.

—¿Por qué checan los datos de los interesados hasta que se hace una contratación, y no desde el primer acercamiento?

—Esas son las recomendaciones.

—¿No necesitan ser regulados de manera específica?

—No lo veo así, porque estamos regulados como giro comercial e inmobiliario, como un servicio, hay un contrato de arrendamiento tutelado por el Código Civil.

En la actualidad, la oferta de minibodegas tan sólo en la CDMX asciende a 20 mil. De acuerdo con los empresarios del ramo, se requieren al menos 500 mil espacios para responder a las necesidades de autoalmacenaje de los capitalinos, y al nivel de densidad de la población.

“Es un giro en auge, un nicho, y somos los primeros interesados en organizarnos, regularnos y abrir las puertas”, concluyó Bosh.

Usos y  contrausos

Tipo:

Una minibodega no está asociada a servicios de transporte o facturación, así que no son adecuados para operación diaria de los negocios. Sólo  sirven para guardar objetos.

Ejemplo de uso legal:

Adornos de navidad, mobiliario y mercancía de negocios de temporada, archivo muerto, muebles que no se desea desechar pero ya no tiene cabida en casa.

Ejemplo de uso ilegal: Productos robados para que “se enfríen” y posteriormente sacarlos al comercio informal; dinero en efectivo de secuetros, valores ilegales, dinero en efectivo destinado al lavado.

Datos

*70% de los interesados en la renta de minibodegas son amas de casa.

*Hay 20 mil minibodegas en la CDMX.

Mercado: Se trata de un rubro de negocios en la esfera inmobiliaria. Ha probado tener utilidad, además de uso particular, para comercios, industrias de diversos perfiles, sector hospitalario.

Las minibodegas son similares en dimensión a un locker hasta un garage.

Ámbito: 
Nacional
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