El Ejecutivo justifica el retiro de los subsidios para no afectar los programas sociales
En enero pasado, debido al incremento en los precios de las gasolinas por diversos factores, hubo compras de pánico que generaron cierta escasez.
CIUDAD DE MÉXICO.
A casi un año de la crisis del llamado gasolinazo, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que “el aumento en los precios máximos de las gasolinas fue una decisión responsable, la cual ha permitido a México consolidar sus finanzas públicas”; justificó que, de no hacerlo, se hubieran afectado programas sociales que son muy importantes para los sectores ciudadanos más vulnerables.
Al contestar las preguntas de los senadores sobre el Quinto Informe de Gobierno, Enrique Peña Nieto recordó que el subsidio al precio de las gasolinas llegó a ser de 200 mil millones de pesos, equivalentes a 43 veces los programas de abasto social Diconsa y Liconsa.
“De haberse mantenido artificialmente bajo el precio de la gasolina, se habría de requerir destinar cerca de 200 mil millones de pesos de recursos fiscales para su subsidio; esto, a su vez, habría requerido un recorte al gasto público de, al menos, 180 mil millones de pesos.
“Ese monto hubiera sido equivalente a 17 veces los recursos para becas para Educación Básica, Media Superior y Superior, 43 veces el presupuesto de los programas de abasto social Diconsa y Liconsa, 4.7 veces el monto de la pensión para adultos mayores y 2.7 veces el presupuesto del Seguro Popular”, precisa el mandatario federal.
A pregunta de los senadores del PRI, el Presidente recuerda que en enero de 2017 se realizó un ajuste promedio nacional al precio máximo de las gasolinas y el diesel de 13.98 a 15.99 pesos para la Magna, de 14.81 a 17.79 pesos para la Premium y de 14.63 a 17.05 pesos para el diesel.
Recordó que el aumento reflejó el alza en el precio internacional de los combustibles, la depreciación del tipo de cambio la segunda mitad de 2016, así como el incremento considerable en el precio internacional de referencia de gasolinas, toda vez que desde agosto de 2016, los precios de los combustibles no habían aumentado en México.
Explica Peña Nieto que de “haber modificado a la baja el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a los combustibles habría afectado una fuente importante de ingreso para los gobiernos de los estados y los municipios, porque el IEPS representa casi una quinta parte de las participaciones y aportaciones a éstos.
“Esto hubiera sido sumamente grave, considerando que el gasto estatal es el que da un impulso estratégico clave al crecimiento regional, adecuándose a las distintas necesidades y oportunidades de cada entidad federativa.
“Además, una reducción en las cuotas del IEPS fomentaría el consumo de un producto altamente regresivo, que además es contaminante, genera problemas de congestión y tiene afectaciones importantes a la salud de la población”, detalló el mandatario federal.
Efecto nocivo
En sus respuestas a las preguntas parlamentarias del Senado de la República, el presidente Enrique Peña Nieto recordó que en prácticamente todos los países se cobran impuestos a los combustibles, en la mayoría de los casos muy superiores a los que se aplican en México, pues reconocen los efectos nocivos del consumo de combustibles.
“El aumento de los precios máximos de las gasolinas (decretado para el primer minutos de 2017) fue una decisión responsable que ha permitido a México consolidar las finanzas públicas sanas como fundamento de nuestra estabilidad macroeconómica y condición necesaria para el desarrollo de mediano y largo plazos”, aseguró el jefe del Ejecutivo.