Las expectativas del mercado con respecto a la tasas de interés fijada por el Banco de México (Banxico) han dado un giro de 180 grados respecto a los meses previos, al apostar ahora por una política monetaria más restrictiva, por al menos en la primera mitad del próximo año.
La tendencia predominante en el mercado apunta a que Banxico subirá en su primera reunión de 2018 al menos 25 puntos base su tasa objetivo, para ubicarla en 7.50 por ciento, de acuerdo con las negociaciones de futuros de tasas en el país. En tanto, para junio, se proyecta que el costo del dinero podría alcanzar 7.92 por ciento.
De cumplirse los pronósticos, en el primer semestre del año se esperaría un aumento acumulado de por lo menos 50 puntos base, pero que podría ser mayor.
La reciente aprobación del paquete fiscal en Estados Unidos fue un ingrediente más para aplicar una política monetaria restrictiva que contribuya a enfrentar presiones de alza en el tipo de cambio, entre otros de los riesgos que pudieran afectar a la inflación.
En la penúltima encuesta levantada por el Banco de México entre especialistas del sector privado nacional y extranjero, se tenía la expectativa de que el instituto central mantendría estable su tasa de referencia hasta junio de 2018, para después iniciar una gradual baja.
Sin embargo, en la más reciente encuesta levantada por Citibanamex se contempla que Banxico subirá su tasa en el próximo febrero en 25 puntos base.
“Mañana (este jueves) será clave conocer en México el dato de inflación correspondiente a la primera quincena de diciembre”, señaló Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base.