Planteó aumentar los montos que reciben los trabajadores en el retiro con cargo a los patrones
no responde a las necesidades y cobertura de protección social, afirmó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En la región vamos de regreso
en la forma en que operan los sistemas de pensiones –que comenzaron a ser privatizados en Chile, en 1981, durante la dictadura militar– hacia mecanismos con mayor participación del Estado y menor del sector privado, sostuvo Bárcena, en la presentación del Panorama social de América Latina 2017, este miércoles en la capital mexicana.
En ese sentido, Bárcena aseguró que México debe mirar lo que está haciendo Chile
, país donde, después de una serie de protestas este año, el gobierno propuso una reforma para elevar los montos de pensión que reciben los trabajadores con cargo a los patrones.
México, El Salvador y República Dominicana son los países de la región donde todavía prevalece un sistema de retiro basado en cuentas individuales en las que el trabajador aporta a lo largo de su vida laboral recursos para financiar su pensión, dijo Bárcena. En el caso mexicano, la pensión bajo esta modalidad es de alrededor de 30 por ciento del último salario, una proporción insuficiente, añadió.
Es necesario consolidar sistemas de pensiones viables, solidarios y sostenibles. Es necesario un pacto social donde se reconozca que el sistema de ahorro individual no responde a las demandas de cobertura y protección social. Por más que un trabajador ahorre, no le va a alcanzar
, afirmó en una conferencia de prensa.
Aunque, reconoció, existe mucha polémica
sobre los sistemas pensionarios de reparto –como el vigente en México antes de la reforma que creó las Administradoras de Fondos para el Retiro– porque muchos creen que no son sostenibles, si se establecen reglas claras, se aumenta la edad de jubilzación y se generan mecanismos de negociación y diálogo para futuras reformas, se puede mejorar la cobertura. No es verdad que no sean sostenibles financieramiente. Lo que importa es tener reglas claras
, agregó.
De acuerdo con el estudio, 11 países de América Latina realizaron reformas estructurales a los sistemas de pensiones entre 1981 y 2008 (en México fueron en 1997, para privatizar el sistema). El resultado fue la creación de cuatro modelos, que sustituyeron o complementaron el tradicional sistema de reparto a través de la capitalización individual.
En tanto, las 14 reformas paramétricas y tres reformas estructurales aplicadas entre 2008 y 2017 evidencian una nueva tendencia, con un denominador común: avanzan en el desarrollo de mecanismos de solidaridad y, en la mayoría de ellas, aumenta la participación del Estado, tanto en la administración como en el financiamiento de los sistemas. El mayor desafío es equilibrar una cobertura adecuada, la suficiencia en las prestaciones y la sostenibilidad financiera
, según el estudio.
La consolidación de sistemas de pensiones universales, solidarios y sostenibles es un objetivo posible y necesario en un pacto social para el desarrollo con igualdad, agrega.
Desigualdad, el gran pendiente
La pobreza en México disminuyó ligeramente en el bienio anterior, pero el gran tema
en el país sigue siendo la desigualdad en la distribución del ingreso, aseguró.
El gran tema en México sigue siendo la desigualdad y ahí se tienen que buscar mejoras redistributivas. México sigue teniendo un problema de distribución del ingreso en los hogares
, dijo Alicia Bárcena.
La concentración del ingreso en México es mayor al promedio de América Latina, donde la quinta parte de hogares más ricos obtiene 45 por ciento del ingreso y 20 por ciento de hogares en la base de la pirámide se queda con 6 por ciento del ingreso nacional, según el documento Panorama social de América Latina y el Caribe, presentado por Alicia Bárcena este miércoles en la capital mexicana.
En México, la pobreza disminuyó de 45.7 a 44.6 por ciento de la población en 2016, en parte por el aumento en el número de trabajadores en el sector formal, dijo Bárcena.
A escala regional, después de una década de reducción, la pobreza aumentó en América Latina y el Caribe en el bienio anterior, impulsada sobre todo por el deterioro en las condiciones de vida en Brasil y Venezuela, aseguró.
En 2014, en la región, 28.5 por ciento de la población de la región se encontraba en situación de pobreza (168 millones de personas), porcentaje que aumentó a 29.8 por ciento en 2015 (178 millones) y a 30.7 por ciento en 2016 (186 millones de personas), según el informe hecho público hoy.
En la región hay dos países donde aumenta la pobreza, que son Brasil y Venezuela. En el resto, la tendencia es a la baja, hay un mejor desempeño en la reducción de la pobreza y la pobreza extrema
, aseguró Bárcena.