La sincronía de los últimos meses en las políticas monetarias del Banco de México (Banxico) y de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos corre el riesgo de romperse al inicio de 2018.
Según el banco central mexicano, la inflación al cierre del año podría ser más alta que la registrada en noviembre, lo que implicaría un nuevo máximo de 16 años para ese indicador. Por ello, la previsión del mercado y de los analistas es que el banco central suba la tasa objetivo en febrero del próximo año, a pesar de que la Fed la deje inmóvil en enero.
Es probable que sea necesario incrementar la tasa, inclusive en la siguiente reunión
“Tomando en cuenta el impacto de los choques que han afectado recientemente a la inflación, así como el efecto del aumento al salario mínimo que entró en vigor en diciembre, en vez de en enero, se espera que la inflación general anual cierre el 2017 en un nivel mayor al de noviembre”, se lee en las minutas.
“Ante la intensificación de los riesgos que pudieran afectar a la inflación, la Junta estará vigilante y, en caso de ser necesario, tomará las acciones correspondientes, tan pronto como se requiera”.
Hasta ayer, en el mercado de futuros se le asignaba un 100 por ciento de probabilidad a que en la primera reunión del Banco de México del próximo año, el 8 de febrero, el organismo suba su tasa en 25 puntos base, para llevarla a 7.50 por ciento.
Por otra parte, la perspectiva del mercado respecto a la política monetaria de la Fed es opuesta, pues la probabilidad de que suba su tasa en enero es cero.
“Consideramos que el tono significativamente más hawkish alude a dos incrementos adicionales en la tasa de referencia durante el primer semestre de 2018”, señalaron en una nota enviada a clientes analistas de Banorte-Ixe, liderados por Gabriel Casillas.
MEJOR EQUIVOCARSE AL ALZA
Con el objetivo de controlar las expectativas de inflación, la Junta de Gobierno podría incrementar su tasa de referencia en la siguiente junta debido a que sería más costoso no hacerlo, señaló un integrante de este organismo.
“Bajo un enfoque de administración de riesgos para la política monetaria y considerando las circunstancias cíclicas y de baja frecuencia actuales, así como el adverso balance de riesgos que enfrenta la inflación, sería más costoso el error de no subir la tasa en caso de que fuese necesario, que el de subirla aun cuando no lo fuese”, adivirtió.
Joan Domene, economista de Invex, coincidió en que debido al tono más restrictivo del comunicado, no se descartan incrementos adicionales a la tasa de referencia durante la primera mitad del próximo año.
REFORZAR CREDIBILIDAD
Durante la última reunión de política monetaria, un miembro de la Junta de Gobierno de Banxico hizo énfasis en que la credibilidad del banco central no debería verse debilitada.
“Dependiendo del comportamiento de los precios y sus perspectivas en los próximos meses, es probable que sea necesario incrementar nuevamente la tasa de referencia, inclusive durante la siguiente reunión de política monetaria”, señaló el miembro de la Junta. “Bajo ninguna circunstancia debe permitirse que se vea debilitada la credibilidad del banco central”.