Con 26.5 millones de ciudadanos de entre 18 y 29 años, y en un escenario de elecciones competidas, los jóvenes podrán ser la clave que marque el triunfo de partidos y coaliciones que contiendan en las elecciones federales y locales de 2018.
Las cifras indican que potencialmente, el país está frente a un nuevo paradigma de la participación distinto al tradicional; es decir, en el que los jóvenes pueden marcar la diferencia, asegura la académica de la UNAM Macarita Elizondo Gasperín.
El problema es que no a todos les interesa votar. Hay un importante segmento de ellos que, explica, “ni cuentan con su credencial de elector, ni estudian, ni trabajan, ni les importa y ahora falta que se agregue el ‘ni votan’”.
Pero no todos los jóvenes piensan así. Las movilizaciones juveniles en labores de apoyo tras los sismos que vivió una parte del país los pasados 7 y 19 de septiembre pasados revelaron a población que sí participa y busca información, indica Elizondo.
En todos ellos, interesados o no, el Instituto Nacional Electoral (INE), partidos y candidatos deben enfocar sus baterías por las vías que ese sector usa: el contacto e interacción electrónicas.
Son millones y serán más
Datos del Registro Federal de Electores (RFE) del INE con corte al 5 de diciembre indican que hay 26 millones 517 mil ciudadanos de entre 18 y 29 años en el Listado Nominal de Electores, mismo que está integrado por ciudadanos que cuentan con su credencial de elector y por tanto son potenciales votantes en las elecciones del 1 de julio de 2018.
De ellos, sólo de 18 años hay un millón 717 mil personas y de 19 años, 2 millones 937 mil jóvenes.
De 20 a 24 años están enlistados 11 millones 19 mil y de 25 a 29 años, un total de 10 millones 842 mil. Juntos, todos estos rangos suman 26 millones 517 mil ciudadanos menores de 30 años.
El registro al Listado Nominal de Electores aún está abierto y, afirma el consejero Enrique Andrade, presidente de la Comisión del Registro Federal de Electores, dada la importancia de ese sector, se reforzará el llamado a los jóvenes de 17 y a punto de cumplir 18 años.
“Les vamos a invitar a ejercer esa gran oportunidad de votar por primera vez” y son, aseguró, 1.3 millones de adolescentes que hasta antes de julio de 2018 cumplirán la mayoría de edad quienes, si sacan su mica, podrán votar.
El plazo para solicitarla vence el 31 de enero próximo, “a veces se dice que no tienen interés, esperamos que la gestionen y no dejen que otros decidan por ellos”, agrega. De acuerdo con el Informe País Calidad de la Ciudadanía en México, realizado por el INE, los jóvenes del país de 18 a 29 años no se identifican con ningún partido.
INTERNET, UN ALIADO
Para Elizondo Gasperín, ex consejera del Instituto Federal Electoral (IFE) hasta 2014, del total de los jóvenes en el listado, quizá 16% (14 millones) “pudiese salvarse de caer en el abstencionismo y no repetir esquemas tristes y lastimosos que van más allá de 50% [de apatía de jóvenes] en elecciones pasadas”.
Pero ese porcentaje del voto joven en 2018 dependerá de que les haga mella el llamado a participar y que encuentren una oferta política atractiva. Por eso enfatiza que la forma de acceder a ese segmento de población es a través de internet y las redes sociales, aunque no todo ese sector está interesado.
“Hay un sector que ve a su credencial como un medio de identidad que reafirma su mayoría de edad y le permite entrar a los antros y otro tipo de diversiones, no les interesa el ejercicio de sus derecho, ni votar”, explica.
Añade que hay un sector de jóvenes que repiten conductas familiares que rayan en el abstencionismo o desinterés, “no tienen credencial de elector, ni estudian, ni trabajan ni les importa y ahora falta que se agregue el ni votan”.
Pero también está otro segmento que trata de romper esos paradigmas, buscan comprometerse como ciudadanos y están ávidos de captar propuestas.
Si a esto se agrega que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que de los 40 millones de mexicanos que usan computadora una cuarta parte tiene entre 18 y 24 años, entonces el desarrollo tecnológico, las redes y los medios de comunicación serán la vía para hacerle llegar información.
“Ahí es donde deben reforzarse las políticas públicas y los programas políticos de todos los candidatos”, pero con mecanismos interactivos, plantea la analista, y si es así, participará “esta población joven, pujante que creímos dormida, aislada y al margen. Está resurgiendo, está más viva que nunca y nos puede establecer la diferencia”, asegura.