Reconoció que la sanción aplicada por el Impepac fue "exorbitante", y más en la forma de pago en la que se notó que hubo inequidad y no se aplicó un criterio parejo para todos, lo que pone al partido en problemas económicos, ya que el PRI a diferencia de otros, tiene una organización muy amplia, hay sectores, organizaciones sectoriales, comités municipales y un edificio de tres unidades que no tienen los demás partidos políticos.
Y es que se le obligó al partido a pagar esa sanción en tres años, cuando a otros les aplicaron un porcentaje menor, lo que habla de una desigualdad, porque se está solicitando que se pueda cubrir la multa en un tiempo de 10 años, por lo que el PRI espera una resolución.
En consecuencia es un partido que cuesta bastante por la forma de organización, de tal suerte que se van a tener que emprender algunos ajustes buscando otro tipo de financiamiento.
Los casi nueve millones de pesos de multa que se les impuso por el Impepac tienen que ver con el hecho de que todos los organismos tienen que "timbrar" la nómina, lo que significa que todo el personal que trabaje en el partido tiene que estar dado de alta en hacienda, en el IMSS y en el Infonavit, reconociendo que tradicionalmente los partidos operan con mucha "discrecionalidad", lo que obligó al tricolor a corregir esta situación desde el pasado mes de enero del 2015.
En consecuencia, la sanción interpuesta fue del 2014 cuando la comprobación que se hizo no cumplía con ese requisito, no por dolo, sino porque dijo el presidente "era la tradición" y se fue reincidente en el 2014 respecto al 2013, lo que para el Impepac fue motivo suficiente para dar un golpe de timón "muy exagerado y no justificado".