Ciudad de México.-
Graves hechos de violencia impactaron en distintos estados del país.
En Nuevo Laredo, una balacera interrumpió un evento del alcalde, lo que provocó que los invitados se tiraran al suelo y el presidente municipal panista Enrique Rivas tuviera que huir resguardado por sus escoltas, mientras el resto de asistentes permanecía en el suelo.
En Guanajuato, el empresario leonés Salomón Sutton fue asesinado luego que un comando lo persiguió al intentar secuestrarlo.
La Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato aseguró que trabaja intensamente para resolver el crimen.
Incluso pidió a la población mantener la calma y no caer en pánico ante mensajes de alerta que circulan en redes sociales y que piden a los ciudadanos no salir de noche y menos bajar a comprar a tiendas.
Ambos hechos fueron captados en videos y con su difusión se volvieron virales en las redes sociales.
La violencia en la frontera de Tamaulipas se recrudeció al registrarse en Reynosa enfrentamientos, persecuciones y narcobloqueos por la disputa entre grupos del cártel del Golfo (CDG).
En las cercanías del puente de Pharr, seis militares del 19 regimiento de caballería motorizada del Ejército resultaron heridos durante enfrentamientos con un grupo armado.
En Nuevo Laredo, la balacera en el evento del alcalde provocó psicosis en la ciudad.
En Guanajuato la violencia sigue incontenible.
Además de las ejecuciones del fin de semana de mandos policiacos en Irapuato y Apaseo, en Celaya fue ejecutado de 12 tiros Jorge Montes, regidor y líder del PRI que hace unos días propuso adoptar el mando único en la región.
El priista conducía una camioneta cuando, según testigos, fue interceptado por sujetos armados que viajaban en otro vehículo.
El cuerpo del regidor quedó en el asiento del piloto, con al menos una decena de disparos.
En Zacatecas, un comando armado del cártel del Golfo exhibió un video donde un integrante del grupo criminal de los Talibanes reveló la complicidad de mandos estatales y después fue degollado.
En Tlaxcala, tres hombres fueron ejecutados en el municipio de Nativitas, en los límites con Puebla, por disputas entre las bandas que se dedican a la ordeña de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex). En el lugar, policías localizaron al menos 50 casquillos.
También en Tlalnepantla, en el Estado de México, dos hombres fueron ejecutados en la unidad habitacional El Rosario dos.